Peru: Entre el cambio o el continuismo
Este domingo 6 de junio el pueblo peruano elige a un nuevo presidente. De un lado tiene al izquierdista Pedro Castillo, profesor de primaria y campesino de la comunidad de Cuña, en Cajamarca; y, del otro, a Keiko Fujimori, hija del hoy preso dictador Alberto Fujimori, y líder del actual fujimorismo. Mientras que Pedro proviene de la lucha de las rondas campesinas y del magisterio, Keiko representa la gran corrupción y tráfico de influencias. Sobre ella pende una acusación fiscal y la posible condena a 30 años de cárcel, junto a muchos de los más importantes empresarios también implicados.
El triunfo sorpresivo de Pedro en la primera vuelta electoral puso en alarma a toda la derecha peruana. A los 19% de votos a favor de Pedro pronto se sumaron amplios sectores populares pues ven en él la opción del cambio, de recuperar la soberanía sobre los recursos naturales, y una nueva Constitución para superar el continuismo neoliberal. Keiko y la derecha, señalando supuestos vínculos de Pedro con Sendero Luminoso, llamó a luchar contra el comunismo y a defender la democracia.
La muerte de más de 180 mil peruanos en esta pandemia del COVID-19, ha desnudado toda la falencia del capitalismo neoliberal para dar solución a los males estructurales de la sociedad peruana, entre ellos los deficientes sistemas de salud y educación, ampliamente privatizados. La pobreza y el desempleo aumentaron bruscamente, retrocediendo a niveles de 20 atrás. El gobierno prácticamente regaló miles de millones de soles a las grandes empresas, para “reactivar la economía”, mientras que las pequeñas empresas recibieron poco o nada y la mayoría se endeudó o quebró. Al pueblo trabajador no le quedó más opción que salir a trabajar, aún a costa de su vida y la de sus familiares. Los bonos del gobierno han sido sólo migajas. Y otros, como los trabajadores mineros, fueron prácticamente secuestrados bajo inhumanas condiciones para mantener la producción. Al final, la consigna tácita ha sido y es, ¡sálvese quien pueda!
En este contexto de crisis se multiplicó por todo el país el deseo de cambio. Ya las masivas y combativas luchas recientes, para oponerse al golpe de Estado parlamentario o las huelgas del proletariado agrícola, daban la prueba del nuevo despertar de la conciencia democrática y de clase. Es este descontento el que se identifica con Pedro, humilde, sencillo y luchador como ellos. La derecha sabe perfectamente que la demanda popular gira en torno al cambio del modelo, no del sistema. Pero para defender su modelo, la derecha sube la apuesta. Y extrae el garrote del anticomunismo. Una feroz campaña de difamación, medias verdades y fake news derrama odio de clase contra las fuerzas del cambio. Mientras los grandes medios de comunicación monopolizados hacen campaña electoral a favor de Keiko, Pedro ha recorrido los pueblos del interior llenando plazas y calles. Incluso un aliado de Keiko, en un mitin, hizo un llamado a matar a Pedro Castillo y Vladimir Cerrón (presidente del partido Perú Libre), hecho hasta ahora impune.
Pero vendría lo peor. El pasado domingo 23 de mayo, mientras los dos candidatos debatían en Arequipa, se producía en el poblado de Vizcatán, en la selva central, la masacre de 16 peruanos, entre ellos dos niños. Como huella fueron dejados panfletos de un supuesto Partido Comunista Militarizado. Algunos expertos de la derecha ven en esta organización a un remanente de Sendero Luminoso que ha degenerado a ser parte subordinada al narcotráfico, muy fuerte en esa zona. Otros expertos afirman que este grupo es parte de Sendero Luminoso y lo financia. Sea como fuere, lo cierto es que una masacre similar ya ocurrió en el 2006 y el 2011, también a pocos días de la segunda vuelta electoral, y siempre con Keiko Fujimori como candidata. De inmediato, este atentado fascista fue aprovechado electoralmente por la prensa y televisión para pedirle explicaciones a Pedro Castillo.
Es así como entramos al momento decisivo. A pesar del atentado fascista y el garrote anticomunista, el apoyo popular a Pedro, después de un desconcierto inicial, no ha menguado y la posibilidad del triunfo no está lejana. La misma Keiko ha tenido que morigerar su mensaje. Ahora ofrece dinero por doquier y un “cambio hacia adelante”. La cúpula de las Fuerzas Armadas deja circular rumores de un golpe de Estado. El dólar ha subido a records históricos. Se anuncia la fuga masiva de capitales y los precios en el mercado suben.
El Bloque Democrático Popular apoya la candidatura de Pedro Castillo. Desde las organizaciones de masas ha promovido un apoyo crítico y en base a compromisos claros. Apoyamos la lucha por una nueva Constitución, pero dentro del marco de una salida popular, democrática y socialista a la crisis. A pocas horas del día decisivo, hacemos un llamado para defender el voto popular y estar vigilantes ante un posible fraude. Y también forjamos en la práctica la más amplia unidad de las fuerzas progresistas, democráticas y socialistas. Aun cuando de momento el garrote del anticomunismo tenga sus efectos, sobre todo entre la clase media y en Lima, es, cada vez, menos intimidante. Al mismo tiempo, cientos de miles de nuevos luchadores sociales y millones de electores son llevados al desafío de enterarse y saber a fondo qué es el socialismo y el comunismo,
eso, ya es un paso adelante, y nuevos retos para las fuerzas revolucionarias.
Y hoy más que nunca SUSCRIBIMOS la consigna estratégica del amauta JOSE CARLOS MARIATEGUI: POR UN PERU NUEVO EN UN MUNDO NUEVO : CUYO NORTE ES
EL SOCIALISMO.
EUSEBIO MARTEL
BLOQUE DEMOCRATICO POPULAR
PERU
Miembro de ICOR