Cambiar a contenido. | Saltar a navegación

Herramientas Personales

Navegación

Usted está aquí: Inicio / 2022 / Liberación de la Mujer

Liberación de la Mujer

Revista en línea para la Primera Conferencia de mujeres de la ICOR

 

 

Contenido

 

Bloque Democratıco Popular (BDP) - Mujeres, Peru

La Liberación de la Mujer

 

Marxistas-Leninistas Marroquíes Línea Proletaria (MMLPL)

Características generales de las relaciones de opresión de las mujeres en Marruecos

 

Partido Comunista de Turquía – Marxista-Leninista (TKP-ML)

¡Las mujeres son fuertes juntas!

 

Unión Marxista-Leninista Proletaria (UPML), Francia

Nuestras posiciones sobre la cuestión de las mujeres y el movimiento de mujeres

 

Partido Marxista Leninista Comunista (MLKP), Turquía/Kurdistán

El origen de la opresión de las mujeres y la necesidad de una doble revolución

 

Partido Marxista-Leninista de Alemania (MLPD)

Posición del MLPD/Alemania para la revista en línea sobre la 1ª Conferencia de Mujeres de la ICOR

Bloque Democratıco Popular (BDP) - Mujeres, Peru

La Liberación de la Mujer

 

La Liberación de la Mujer como parte de la Lucha transformadora de la sociedad, levantamos nuestra voz de protesta contra la doble explotación y la discriminación de la mujer. Bajo el capitalismo, a pesar del enorme progreso dé la ciencia y la productividad del trabajo, la desigualdad social se vuelve cada vez más profunda.

El feminismo es un movimiento político, social y filosófico, afirma a las mujeres como personas con derechos. Este movimiento se origina a la par con las luchas revolucionarias y libertarias, especialmente, con los ideales emancipatorios de la revolución francesa del siglo XVIII y XIX. Las mujeres inician la lucha por el reconocimiento al voto y a sus derechos laborales.

El feminismo no excluye, sino que incluye a los hombres y los exhorta a un cambio de relaciones de equidad, y propone un nuevo orden social, político, económico y eclesial beneficioso para hombres y mujeres por igual fundamentado en la armonía, y nunca en el dominio o imposición violenta.

Las realidades de las que las mujeres latinoamericanas necesitan urgentemente liberarse son múltiples , sin embargo, es necesario mencionar algunas: la pobreza fruto de la injusticia como elemento opresor, la violencia física y sexual, la exclusión de raza, sexo, género y clase, la explotación en la doble jornada (casa y centro de trabajo), el analfabetismo, el uso del cuerpo de la mujer como producto de mercado, la exclusión de las mujeres en el ejercicio del liderazgo político y religioso, por mencionar algunos. Hay varias corrientes feministas, pues depende de la contextualizad social, histórica, cultural y religiosa de la vida cotidiana de las mujeres, y es así como se estructuran los feminismos. Existe el feminismo del norte (Europa y América del Norte, EU), el feminismo del sur o del tercer mundo, el feminismo asiático y el feminismo africano. Pero también, existen dos corrientes feministas históricas: el feminismo de la igualdad y el de la diferencia.

En nuestro caso, Perú se le ubica dentro del feminismo del Tercer Mundo, donde nosotras las mujeres somos las más afectadas. El salario del trabajador, y peor aún si trabaja en el llamado sector informal, no alcanza. Las mujeres, obligadas por la necesidad o por el impulso vital de labrarse un destino, somos lanzadas al mercado laboral como mercancía de segunda. Y a pesar de todo, las necesidades de la vida doméstica no disminuyen, aumentan exigiendo más de las mujeres. Doblemente explotadas en el trabajo y condenadas al embrutecedor trabajo doméstico, las mujeres anhelamos nuestra liberación.

Mientras tanto, el desarrollo del capitalismo sigue avanzando, penetrando también la economía familiar. Mercantiliza todas y cada una de nuestras necesidades. La crianza, educación, salud, recreación, etc. Es aún peor bajo el neoliberalismo, desplaza la labor estatal privatizando la educación pública, el sistema de salud, los servicios de agua, luz, transporte y comunicación. Hace de la vivienda fuente de negocio y especulación. Crisis en el trabajo, por pocos y mal pagados empleos, y crisis en el hogar por gastos que abruman, tal es la situación que enferma o empuja a la lucha por el día a día.

Frente a esto, el feminismo liberal está en crisis. Desde la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer celebrada en 1995, que adoptó la perspectiva de género, hasta su incorporación como punto 5 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, en 2015, el feminismo liberal se ha convertido en la línea directriz del imperialismo. Su objetivo es absorber el creciente descontento y lucha de las mujeres y canalizarlo por los ámbitos de la democracia burguesa. Supuestamente, bastaría con lograr la igualdad jurídica entre los hombres y mujeres. Pero bajo la lógica del capitalismo, la doble explotación de nosotras las mujeres y su particular opresión y discriminación social se ha seguido agudizando por todo el mundo. También en nuestro país el enfoque de género se ha convertido en la política de la mujer de todos los gobiernos neoliberales, desde Fujimori hasta Sagasti. El gobierno de Pedro Castillo, a pesar de su origen anti-neoliberal, también ha asumido el enfoque de género como política oficial. No hay duda de que el feminismo liberal ha penetrado casi sin resistencia en los ámbitos del feminismo pequeñoburgués, de las ONGs, como Flora Tristán, pero también en el movimiento sindical. Así, en 2012, la cúpula dirigente de la CGTP se disponía a reformar sus Estatutos para implementar el enfoque de género e introducir una cuota de mujeres en los puestos de dirección.

A pesar de todo, la cruda realidad demuestra el fracaso y la crisis del feminismo liberal. Y es que entre las leyes a favor de las mujeres y la cruda realidad, chocan mundos. Los hechos demuestran que no es como afirma el enfoque de género, que la desigualdad social entre los hombres y mujeres surge tan sólo de la cultura y las ideas basadas en las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer. Para el feminismo liberal, la doble explotación y discriminación social de las mujeres no tiene su base en el modo de producción capitalista; por lo tanto, el feminismo liberal se opone a que la liberación de la mujer deba ser ligada intrínsecamente a la lucha de la clase obrera por el socialismo.

El feminismo pequeñoburgués no ha tenido problemas para subordinarse o adaptarse a la orientación anticomunista del feminismo liberal. Se preocupa, más bien, de acceder a los puestos de mando en el gobierno, parlame nto u otras instituciones del Estado como muestra de nuestro "empoderamiento". O de realizar toda suerte de seminarios y capacitaciones sobre el "emprendedurismo" entre las mujeres, difundiendo la ilusión de un capitalismo popular y de ese modo superar la "informalidad". Todo esto, por cierto, contando con la "ayuda" financiera de las agencias del imperialismo.

De este modo, después de varias décadas de experiencia, el movimiento de la mujer nos encontramos en una encrucijada. Hemos llegado a un punto, donde el debate contra el feminismo liberal se ha vuelto decisivo para la estrategia del movimiento de la mujer. Sin claridad en cuanto a los objetivos y el rumbo a seguir, poco se puede avanzar realmente. La grandiosa marcha #Ni una menos, en el 2016, fue por cierto muy importante para sensibilizar a la opinión pública y para alentar a nosotras las mujeres en seguir adelante. Pero la realidad nos dice que eso no ha sido suficiente. Para ir más allá, el movimiento de la mujer también debe adquirir un carácter transformador de la sociedad.

Al mismo es necesario organizar las fuerzas, concentrar las luchas como un solo puño. Por todo el país florecen diversas iniciativas y organizaciones de mujeres de base. Comedores populares, comités de vaso de leche, asociaciones de mujeres, sindicalistas, sobre todo en el sector textil y agro-industrial, como esposas de los mineros y en los comités de huelgas, o como mujeres ronderas y en las comunidades campesinas o étnicas. También las intelectuales o pequeñas empresarias que a su manera trabajan por un futuro diferente para las mujeres. Todas estas iniciativas, dispersas son como gotas de agua; unidas deben convertirse en un torrente transformador.

El BDP – Mujeres, estamos impulsando la Coordinadora de las Organizaciones de Mujeres de Base, sin más vínculos que una Plataforma de Lucha Común, Días de Acción y Reuniones Anuales para renovar los compromisos y la agenda por el cambio social. Que cada asociación o grupo conserve su particularidad e ideario, pero sepamos unirnos en aquello que es más urgente. Aprendamos a marchar y luchar juntas y debatir al mismo tiempo con franqueza en un ambiente solidario. Las mujeres revolucionarias y organizadas están en la responsabilidad de dejar un legado a las futuras generaciones a cambiar un modo de pensar, eliminar el Patriarcado como principal causa de la desigualdad de género, que el sistema nos a oprimido poniéndonos como un objeto sexual degradándonos a ese punto. En Perú el sistema genera una gran problemática en la mujer trabajadora obrera, en muchos casos no respetando su derecho a maternidad, teniendo sueldos por debajo de mínimo establecido con horarios de 10 horas de trabajo, sin una pensión digna. Es el momento que las mujeres nos organicemos juntos a los compañeros revolucionarios y salgamos a conquistar nuestros derechos que la lucha no es de genero sino de clase una clase opresora y la lucha de nosotras las mujeres como parte de la lucha transformadora de la sociedad, no es un asunto que compete sólo a nosotras las mujeres, y en la lucha por el pan y las flores, mujeres y hombres tenemos un puesto de honor y la bandera de la liberación de la mujer con la perspectiva del socialismo.

Lima-Perú, 12 de julio del 2022.

Katia Fernandez Anyaipoma

Comision BDP-Mujer

 

Cristhy Martel Ruiz

Secretaria BDP-Mujer

 

Marxistas-Leninistas Marroquíes Línea Proletaria (MMLPL)

Características generales de las relaciones de opresión de las mujeres en Marruecos

 

A pesar de la posición central de la mujer en el proceso de producción y reproducción de la vida directa, las relaciones de opresión de la mujer han dependido históricamente de consideraciones de clase y religiosas, perpetuando así la dominación patriarcal que se intensifica con la sed de los sucesivos modos de producción, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo y el imperialismo, por más explotación económica y control político. Parece que hoy en día el desarraigo de las relaciones de opresión contra las mujeres constituye el objetivo más importante de la lucha de clases contra el capitalismo y el imperialismo. Las mujeres marroquíes sufren relaciones de opresión crónicas. A continuación, se critican las características más importantes de las mismas:

1 - Los orígenes de la opresión de las mujeres en Marruecos

Los orígenes de la opresión de las mujeres en Marruecos se remontan al proceso de la invasión árabe-islámica del norte de África y a la imposición de un patrón cultural importado de Oriente Medio conocido por su opresión de las mujeres como resultado del dominio de las relaciones patriarcales y la santificación religiosa de dichas relaciones. Por la naturaleza económica de las relaciones de opresión de las mujeres, éstas se mantuvieron bien establecidas a pesar de la sucesión de los modos de producción esclavista, feudal y capitalista, y porque permiten a los hombres monopolizar la riqueza y el poder y transmitirlos a las siguientes generaciones de hombres. Sobre todo porque el sistema imperialista mundial depende hoy de la supervivencia y continuidad de este sistema porque garantiza la continuidad y estabilidad de las relaciones de explotación capitalista.

2 - Las relaciones de opresión de las mujeres son transversales a todas las clases

Las relaciones de opresión de la mujer no se limitan a las relaciones de explotación de clase, sino que encontramos que estas relaciones penetran en diferentes clases. La opresión de la mujer existe entre la clase burguesa, donde los varones explotan el sistema de relaciones patriarcales y la alienación religiosa consagrada en las leyes vigentes, para oprimir a la mujer burguesa y estrechar los límites de su comportamiento político, económico y social para que permanezca bajo el control absoluto de los hombres. Los círculos pequeñoburgueses también sufren la opresión de la mujer, ya que los hombres recurren a perpetuar su opresión de la mujer pequeño-burguesa mediante leyes que permiten y protegen esta opresión. La alienación generada por el sistema religioso y patriarcal y las leyes vigentes agravan la opresión de la mujer entre la clase obrera y los campesinos pobres. Los estudios antropológicos constatan que los obreros y los campesinos pobres encuentran en el sistema de opresión de la mujer un medio para aliviar la gravedad de la explotación de clase a la que están expuestos por las clases dominantes. En vista de estas complejas relaciones de opresión de la mujer y su entrelazamiento con las relaciones de explotación de clase y la dominación de las relaciones patriarcales, la lucha de las mujeres contra el sistema patriarcal, capitalista e imperialista ya no es una cuestión de una clase particular de mujeres, sino que requiere un levantamiento masivo de las mujeres de todas las clases.

La importancia de esta lucha conjunta de las mujeres se desprende de los desafíos que aumentan con la intensificación de la crisis del imperialismo capitalista y el traslado de los costes de la crisis a los hombros de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, y como resultado, el desempleo y la pobreza aumentan, y donde nos encontramos con que las mujeres son las primeras en sufrir los recortes salariales y el despido del trabajo, y donde las mujeres siguen recibiendo un salario significativamente inferior al de los hombres por los mismos trabajos.

3- Formas de continuación de las relaciones de opresión de las mujeres marroquíes

En el plano jurídico y de los derechos humanos, Marruecos sigue estando lejos de lograr la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos, incluidos los derechos civiles y políticos. A pesar de que Marruecos firmó la Convención CEDAW, ha mantenido declaraciones que afectan a la esencia de la Convención, y sigue sin cumplir sus obligaciones internacionales de abolir las leyes discriminatorias contra las mujeres en la legislación, en total contradicción con sus declaraciones oficiales sobre la aplicación efectiva de los principios universales de derechos humanos.

Las mujeres siguen siendo objeto de violencia económica en las instituciones laborales de los sectores industrial y agrícola, que ha aumentado en particular durante la propagación de la pandemia de Covid-19, ante la falta de igualdad en el trabajo y el respeto del derecho a la maternidad, y exponiendo a las mujeres a la violencia y la fragilidad, como las madres solteras, las inmigrantes, las mujeres con discapacidad, las víctimas de violación, las presas y las que padecen enfermedades mental y psicológicos y las mujeres víctimas de la trata de seres humanos.

4 - Lucha de las mujeres contra la opresión

Las formas de lucha de las mujeres en Marruecos difieren en función de su pertenencia de clase, ya que las distintas luchas aún no conocen ningún tipo de integración, aunque las relaciones de opresión siguen siendo al final de naturaleza común. Todas las mujeres de Marruecos sufren la ley de poligamia medieval y la preferencia del hombre sobre la mujer en los casos de herencia, en los que la mujer viuda no tiene derecho legal y religioso al precio de la herencia de su marido fallecido, ya que se ve directamente empobrecida tras la muerte de su marido, lo mismo que la hija, que sólo merece la mitad de lo que hereda el hijo tras la muerte del padre.

Las luchas de las mujeres en Marruecos tienen muchos frentes, especialmente la lucha contra la violencia en todas sus formas físicas, psicológicas, económicas y sociales. Las mujeres marroquíes también están al frente de la lucha contra los altos precios, por el derecho al agua, por la igualdad en la herencia y contra la usurpación de tierras dinásticas, donde se compensa a los hombres sin las mujeres.

5 - Reivindicaciones urgentes de las mujeres marroquíes

Las reivindicaciones urgentes más importantes del movimiento de mujeres marroquíes, según su prioridad, se resumen así

- Revisión integral del código de familia, de forma que se garantice la completa igualdad entre los dos sexos en la familia, incluyendo la igualdad en la representación legal sobre los hijos, la herencia y el derecho a casarse con un no musulmán, así como la completa abolición de la poligamia, y la abolición de los matrimonios de menores..;

- Reforma radical del derecho penal y del procedimiento penal para garantizar la justicia penal para las mujeres;

- Modificación de la ley de creación de la Comisión para la Paridad y la lucha contra todas las formas de discriminación, porque marginaba al referente universal de los derechos humanos y limitaba su función a expresar una opinión consultiva;

- Modificar la Ley 13-103 porque no es compatible con los estándares internacionales de las leyes que protegen a las mujeres de la violencia, y dado el alto índice de violencia contra las mujeres, que requiere poner fin a la impunidad;

- Respetar el derecho de la mujer a interrumpir voluntariamente el embarazo bajo atención médica, a ser dueña de su propio cuerpo y a desear y prepararse para el embarazo y el parto;

- Rechazo de los requisitos de la ley de protección de las trabajadoras domésticos (edad, salarios, horas de trabajo, protección social, supervisión...)

Partido Comunista de Turquía – Marxista-Leninista (TKP-ML)

¡Las Mujeres son Fuertes Juntas!

 

Estamos atravesando un período en el que los efectos de la crisis económica del sistema imperialista-capitalista y la contradicción entre el opresor y el oprimido se hace más evidente con la pandemia. Mientras el sistema trata de tomar medidas rápidas contra los posibles grandes levantamientos de los pueblos oprimidos, por otro lado, se esfuerza por hacer que el pueblo pague los costes de la crisis.

Es una realidad que las mujeres se encuentran en el rincón más oscuro de esta imagen. Por otra parte, la violencia severa y las condiciones de pobreza provocaron una acumulación de la ira que encendió el fuego de la lucha. Es cierto que la resistencia de las mujeres ocupa un lugar importante en el alcance de esta ira que se desborda en las calles.

Porque el hecho de que las mujeres se conviertan en el primer objetivo de la creciente pobreza con la pandemia, la inseguridad que se profundiza con las condiciones de trabajo que se intentan cambiar según los intereses de los gobernantes en el nuevo período, y el dejar la carga del cuidado de los hogares de ancianos, niños y discapacitados sobre los hombros de las mujeres ante la pandemia y la escalada de la violencia masculina-estatal, etc., también provocó una revuelta de las mujeres que se extendió de país en país y cruzó las fronteras.

Aunque la forma que adopta este levantamiento difiere en cada país, su calidad general, es decir, sus reivindicaciones, los métodos utilizados, la forma de las acciones, etc., también debe evaluarse en su conjunto.

Una de las características más fundamentales del levantamiento mundial de las mujeres es que las mujeres que salen a la calle en distintos países con distintas reivindicaciones y de distintas maneras se acercan unas a otras, aprenden unas de otras y se apoyan y solidarizan mutuamente. En otras palabras, la lucha de las mujeres se convierte en "global" y allana el camino para que las mujeres obtengan poder y ejemplo unas de otras. Este es el aspecto más fuerte del movimiento.

Por ejemplo, la huelga de mujeres exigiendo "igual salario por igual trabajo" en Suiza o en Islandia puede encontrar apoyo y solidaridad en todo el mundo y organizar huelgas en muchos países; el baile de Las Tesis en Chile puede convertirse en la melodía común de las mujeres de todo el mundo; El hecho de que las mujeres estén al frente de la guerra contra las bandas del ISIS en Rojava puede llevar a la creación de comités-plataformas para la defensa de Rojava en decenas de países, y el día de la liberación de Kobanê decenas de miles de mujeres en decenas de países de todo el mundo pueden salir a la calle con las imágenes de Arîn Mîrkan, etc. La solidaridad de las mujeres más allá de estas fronteras se alimenta mutuamente y crea una línea más fuerte de lucha conjunta.

Otro aspecto común de los levantamientos de las mujeres en cada país es que actualmente se centran en los problemas más urgentes y vitales de las mujeres, tocando a casi todas las mujeres de ese país. Por ejemplo, el "levantamiento del pan" de las mujeres en Egipto incluyó a todas, tocando directamente sus vidas, excepto a una parte privilegiada de las mujeres egipcias.

Por otra parte, una de las características más importantes de este levantamiento es que se organizó de tal manera que todas las mujeres pudieran formar parte de la cuestión en la agenda. El ejemplo más concreto de esto, específico de nuestro país, se vivió en la larga lucha contra la retirada del Convenio de Estambul. Hizo que una parte importante de las mujeres formara parte de este proceso, desde los puestos de las redes sociales en casa hasta la calle.

Tenemos que decir que otra característica de este movimiento es que la lucha unida de las mujeres tuvo éxito con el énfasis en la cooperación, no en las diferencias, de todas las partes involucradas. En este levantamiento de las mujeres, se ha concretado la realidad de que las mujeres son fuertes juntas contra el sistema patriarcal tiránico y hostil a las mujeres y a los LGBTI+.

El aspecto más débil del movimiento, por supuesto, es que las mujeres revolucionarias y comunistas están limitadas tanto cualitativa como cuantitativamente. Esto tiene un impacto directo en la calidad del movimiento. Aunque es muy importante poder unir a millones de mujeres en torno a problemas comunes a pesar de todas las diferencias, el hecho de que no tenga como objetivo la liberación definitiva de la mujer y que no haya un entendimiento común sobre esta cuestión puede ser la razón por la que la aceleración del movimiento ha disminuido en diferentes procesos e incluso se ha dividido.

Este levantamiento de las mujeres debe ser tratado por las mujeres revolucionarias y comunistas en términos de su prevalencia y de sus logros concretos, tanto participando en él como ganando prácticamente la reivindicación de dirigirlo. No sólo las mujeres revolucionarias y comunistas, sino también todas las organizaciones comprometidas con la lucha de clases deben observar este movimiento de mujeres, evaluarlo críticamente y centrarse en los puntos a aprender de este movimiento.

El movimiento de mujeres revolucionario y comunista no debe subestimar este levantamiento, que se produjo en gran medida fuera de él, sólo porque hay movimientos feministas bajo su dirección. Es incompatible con la lucha por el comunismo ignorar un movimiento que tiene reivindicaciones demo-cráticas legítimas y moviliza a millones de mujeres oprimidas. Por otra parte, la dirección de este movimiento no puede ganarse con intervenciones desde el exterior. Con la participación cuantitativa y cua-litativa en el propio proceso práctico, se puede mostrar el camino de la liberación final del movimiento de los oprimidos. Se puede dirigir el actual movimiento de mujeres desde el radicalismo a la militancia.

Para hacer esto y más, el movimiento de mujeres comunistas debe encontrar primero la manera de unir las fuerzas en todos los países. De Chile a Argentina, de Egipto a Sri Lanka, del Kurdistán a Turquía... la creación de un movimiento de mujeres comunistas y militantes será uno de los pilares más importantes de la lucha revolucionaria. Un movi-miento de mujeres comunistas que no pueda unirse no podrá conectarse fuertemente con el movimiento de fuera y no podrá dar confianza a las masas de mujeres. Para lograrlo, tenemos que plantear la lucha común de las mujeres comunistas y revolucionarias, basada en la liberación de las mujeres trabajadoras oprimidas, y no en nuestros estrechos intereses de grupo. La unidad que crearemos discutiendo nuestras difer-encias pero a través de nuestros puntos comunes se construirá sobre bases sólidas.

Es esencial que las mujeres revol-ucionarias y comunistas trabajen juntas y adopten una postura común para que la lucha por la libertad de las mujeres sea parte integrante de la lucha de liberación de la clase obrera y de los pueblos oprimidos contra el sistema imperialista-capitalista, la explotación, el fascismo y las guerras injustas, y para crear un movimiento militante de mujeres.

Aparte de las principales agendas de la Conferencia Mundial de Mujeres que se celebrará en Túnez, será una valiosa ganancia involucrarse con las organizaciones de mujeres que luchan por el comunismo y formar una red común con estos movimientos como primer paso. Incluso dar los pasos de esa unión debería considerarse un éxito en sí mismo.

Por supuesto, actuando con el criterio básico de la libertad de agitación y propaganda, la acción conjunta de las organizaciones de mujeres miembros de la ICOR tendrá un impacto en otras organizaciones de mujeres y en las mujeres. Por lo tanto, el intercambio de opiniones ante grandes organizaciones como la Conferencia Mundial de la Mujer mejorará cualitativamente nuestra participación en dichas conferencias.

Las carencias más importantes de los grandes eventos, como las confe-rencias o foros internacionales, etc., son las dificultades para dar un paso adelante con decisiones concretas. Por esta razón, como organizaciones de mujeres miembros de la ICOR, deberíamos ir con propuestas concretas en línea con el objetivo de crear un movimiento de mujeres práctico y militante para adoptar una postura común en la Conferencia Mundial de Mujeres y después. Esta debe ser una de las agendas más importantes en la Conferencia de Mujeres de la ICOR que celebraremos.

¡Nuestra liberación está en el comunismo!

¡No hay revolución sin mujeres, no hay liberación de la mujer sin revolución!

Julio de 2022

TKP-ML

Unión Marxista-Leninista Proletaria (UPML), Francia

Nuestras Posiciones Sobre la Cuestión de las Mujeres y el Movimiento de Mujeres

 

Prólogo: Es un método muy bueno para la cooperación y la unificación dentro de la ICOR organizar una conferencia para las mujeres de las organizaciones de la ICOR antes de la 3ª Conferencia Mundial de la Mujer y pedir las posiciones y opiniones de las organizaciones sobre este tema.

El UPML escribe en su proyecto de programa de 2018: "En la lucha por el socialismo es necesaria una lucha particular por la liberación de la mujer, que tenga en cuenta el sistema particular de explotación y opresión de las masas femeninas, por su emancipación real y contra su discriminación. Las mujeres proletarias deben esforzarse por tener el papel dirigente de todas las mujeres en la lucha por el socialismo. Para su liberación, el movimiento femenino combativo tiene interés en vincularse con el movimiento obrero y viceversa." (p.27) y desarrollamos una serie de reivindicaciones por la igualdad entre hombres y mujeres.

Desde que se redactó el proyecto de programa, no se ha profundizado en esta cuestión y se observa que el párrafo sigue siendo bastante general sobre el "sistema particular de explotación y opresión de las masas de mujeres".

Respuestas a sus preguntas:

1. ¿Cuál es la situación del movimiento de mujeres en el mundo?

No pretendemos tener un análisis global del movimiento de mujeres, pero vemos los siguientes elementos: Diversas luchas de mujeres importantes en todos los continentes que muestran una conciencia evolutiva del sistema particular de opresión y explotación de las mujeres; luchas contra el acoso, la violación, el feminicidio y la complicidad de los aparatos del Estado; el movimiento "Me Too"; las luchas por el derecho al aborto y a la anticoncepción; las luchas por los derechos de las mujeres en países con una represión particular (Afganistán, etc.). La solidaridad internacional y el internacionalismo se desarrollaron y también el orgullo por el movimiento de mujeres. Las "huelgas de mujeres" del 8 de marzo en cada vez más países denuncian la explotación particular. Se desarrolla el anticapitalismo (lema "contra el capitalismo y el patriarcado") y las mujeres participan en todas las luchas sociales, ecológicas, por la paz, etc.

El actual movimiento combativo de mujeres tiene estos límites políticos porque apenas se discuten los proyectos sociales y el socialismo apenas va más allá de las organizaciones revolucionarias que siguen siendo débiles en el movimiento. Esto no es consecuencia de la fuerza del reformismo, sino que se debe al anticomunismo y al dominio del neoliberalismo, ¡aunque estén en crisis! La lucha contra el capitalismo es vista por algunos como una condición para la igualdad entre hombres y mujeres. Pero no está claro el vínculo entre el capitalismo y la opresión y explotación particular de las mujeres como problema estructural. Este sería un punto muy interesante para discutir en la conferencia, si es posible.

Como forma de reformismo/oportunismo existe también el feminismo pequeñoburgués que denuncia al patriarcado y a los hombres en general como el enemigo.

Las luchas contra las distintas formas de violencia contra las mujeres son las que más movilizan a las jóvenes, ¡esto es nuevo! Sin embargo, las luchas contra las distintas formas son aisladas y poco organizadas. Son espontáneas y se dispersan tras una victoria o un fracaso.

La falta de organización del movimiento de mujeres se debe a una forma de antiautoritarismo y a la influencia de las corrientes autónomas. El compromiso sigue siendo limitado y el trabajo práctico o teórico a largo plazo es difícil o incluso inexistente.

Si las mujeres están organizadas, suelen ser activistas cercanas a varias organizaciones (NPA - Bread and Roses, PCOF - Egalité, SKB – aveg kon, Femmes solidaires - PCF). Las activistas están muy comprometidas e invertidas, pero esto dispersa el movimiento y pone el listón muy alto, demasiado alto para unirse, por ejemplo para estar ya por el socialismo. El trabajo entre las masas de mujeres se desarrolla a veces, pero muy poco en general. A veces se hace a nivel local bajo la égida de los ayuntamientos con un contenido social a veces muy limitado.

2. ¿Cuáles son las tareas de las mujeres revolucionarias en este contexto?

Las consecuencias de la situación descrita para nuestras tareas son:

- el mensaje "organízate" a un nivel superior, ante los ataques de la derecha y la fascitización de la política y la crisis del sistema;

- luchar por la apertura del movimiento femenino combativo a la participación de las mujeres revolucionarias en él y desarrollar la crítica revolucionaria del capitalismo para la liberación de la mujer contra las posiciones del feminismo oportunista pequeñoburgués y contra toda otra forma de idealismo;

- propagar el socialismo y su contribución a la liberación de la mujer, tanto las experiencias positivas como las negativas, contra las diversas tendencias anticomunistas pequeñoburguesas;

- La clave es fortalecer y unificar las organizaciones revolucionarias para las que hay que ganar mujeres. También en la ICOR no tenemos todos las mismas posiciones. Cuando algunas camaradas hablan de una revolución de las mujeres en la conferencia nacional en París para preparar la conferencia en Túnez, no podemos estar de acuerdo. Esto contradice la posición básica de la ICOR que lucha por la revolución socialista cuya fuerza principal es el proletariado industrial internacional, mujeres y hombres.

3. ¿Cuáles son las tareas de los revolucionarios en la Conferencia Mundial de Mujeres?

En la Conferencia Mundial Europea de Mujeres se dijo que la conferencia de Túnez debe convertirse en un manifiesto contra la guerra imperialista. Para las mujeres revolucionarias es necesario oponerse al sistema imperialista en sus múltiples crisis con el socialismo como alternativa social y con la necesidad de organizarse en la ICOR y los Amigos de la ICOR. En este sentido es necesario el trabajo antes, durante y después de la conferencia.

La ICOR y sus organizaciones deben estar presentes con un stand de propaganda y escritos sobre la cuestión de mujer (intervención en el seminario sobre la revolución de octubre, Clara Zetkin...). Hasta ahora no se ha anunciado un taller "mujeres revolucionarias".

Tal vez haya otras ideas.

Información para las compañeras en el sitio web:

worldwomensconference.org y un hermoso vídeo sobre la conferencia en Katmandú.

15 de julio de 2022

 

Partido Marxista Leninista Comunista (MLKP), Turquía/Kurdistán

El origen de la opresión de las mujeres y la necesidad de una doble revolución

 

La lucha de miles de mujeres en las calles de Argentina por el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. La resistencia militante de las mujeres mexicanas contra la brutal cotidianidad del feminicidio. La postura valiente y decidida de las mujeres al frente de las luchas sociales en Sudán e Irán contra las dictaduras y la opresión de las mujeres. Las mujeres en Afganistán que están resistiendo la barbarie de los talibanes. Las mujeres de Turquía superan las barricadas policiales para recuperar la plaza de Taksim, que está prohibida desde años. Las YPJ, uno de los logros más avanzados de las mujeres en el mundo, defendiendo la revolución en Rojava contra los ataques de invasión del fascismo turco. El movimiento de huelga de mujeres que se extiende desde América Latina, Polonia y Estados Unidos a España y otros países desde hace años...

Viendo este panorama, que es mucho más de lo que se puede decir aquí, está claro que el movimiento internacional de mujeres está en proceso de un nuevo auge con gran potencial revolucionario. Aunque la pandemia de Covid-19 ha frenado temporalmente el auge del movimiento, en los últimos años hemos sido testigos de cómo muchas protestas masivas de mujeres se han ido extendiendo en oleadas, desencadenando y reforzando unas a otras, no sólo a través de las fronteras de un mismo país e idioma, sino también a través de las fronteras oceánicas.

Las agendas de los movimientos femeninos actuales incluyen la igualdad de salario por igual trabajo, la lucha contra la violencia patriarcal y la lucha por el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, en particular el derecho al aborto libre, seguro y legal. Pero el movimiento no se limita a esto, y su carácter de clase es cada vez más evidente. Especialmente en los países sumidos en la crisis económica, además de sus reivindicaciones sexuales, mujeres luchan contra el empobrecimiento de las mujeres, para mejorar las condiciones de vida y proteger los derechos sociales. Para sacar conclusiones constructivas de este proceso, que encierra enormes posibilidades para las fuerzas revolucionarias y desafía su situación, debemos formular algunas preguntas.

¿Qué programa para la liberación de la mujer?

La explotación de clase y la explotación sexual que afectan a las mujeres en el mundo capitalista patriarcal actual existen sobre la misma base material, en el suelo de la propiedad privada, y comparten el mismo destino ante la existencia de la propiedad privada. El patriarcado, como primera regla de clase en la historia de la humanidad, continuó en diversas formas con la división sexual del trabajo, la monogamia, los derechos de herencia masculinos, etc., y finalmente se fusionó con toda la estructura institucional económica, política y social del capitalismo. Las instituciones económicas, políticas y militares del capitalismo, desde la familia hasta el ejército, desde la escuela hasta la fábrica, son al mismo tiempo las instituciones del patriarcado, los principales pilares de su autoconservación. Sin embargo, esta unidad entre el capitalismo y el patriarcado es una unidad contradictoria, estas dos formas de explotación no están unidos en una armonía infinita. En la raíz de la contradicción se encuentra la contradicción fundamental del capitalismo, la contradicción entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la propiedad. Mientras que la socialización de la producción empuja inevitablemente la participación de las mujeres en la vida social (como productoras, consumidoras y mercancías), el carácter privado de la propiedad las aleja inevitablemente de la vida social y las recluye en los confines del hogar. Si bien esta contradicción creciente da forma a los reflejos de la dominación masculina en la vida social con altibajos, también da impulso a la lucha por la liberación de las mujeres.

Pero la contradicción no sólo se encuentra en las relaciones de explotación, sino también en los sujetos que las destruyen. Con el desarrollo del capitalismo, comenzó la era de la lucha de las mujeres por la libertad, que adquirió una identidad colectiva, y las mujeres de diferentes clases lograron importantes avances, desde los derechos civiles básicos hasta los derechos sexuales, gracias a sus luchas pioneras. Sin embargo, estas luchas por reformas se mantuvieron dentro de unos límites. Las mujeres, como sexo, no son el sepulturero ni de la propiedad privada ni del patriarcado, porque las mujeres fuera del proletariado están alejadas de los intereses fundamentales de su sexo al estar atadas a la propiedad privada de diferentes maneras. Por otro lado, los hombres proletarios, como sus beneficiarios, también tienen interés en mantener la explotación sexista y en este sentido pueden tender hacia el orden dominante. Esta situación contradictoria requiere formas y medios específicos de lucha por la liberación de la mujer dentro de nuestra clase.

Pero la polarización interna del proletariado en términos de sexo no debilita su posición de clase dividiéndolo. Por el contrario, el conflicto entre el proletariado masculino y femenino refuerza la capacidad del proletariado para desempeñar su papel revolucionario, y cuanto más adquiere el proletariado femenino la conciencia colectiva de género, más se convierte en una fuerza social destructiva contra la propiedad privada. La diferenciación de clase dentro del sexo y la forma específica de diferenciación de sexo dentro de la clase lleva a que la mujer proletaria participe en la revolución social tanto como parte del proletariado, en la lucha por su propia emancipación de clase y como su representante, como en calidad de sexo, como aliado del hombre proletario.

En resumen, la principal fuerza destructiva, el principal sujeto constituyente que eliminará la explotación y opresión sexual y de clase basada en la propiedad privada es el proletariado, y las mujeres, que forman parte del proletariado, se han convertido ahora en una fuerza principal y no en una fuerza de reserva como género y clase. Por eso, el programa de los comunistas para la revolución de las mujeres*, el programa de liberación de las mujeres, muestra el único camino para la liberación de las mujeres. Como garantía del éxito de toda revolución social, debemos desarrollar una organización y una línea de acción adecuadas para la revolución de las mujeres, que está entrelazada con ella.

En este sentido, los movimientos de mujeres en ascenso constituyen el poder material de la liberación de la mujer. Mientras que las reivindicaciones de clase aumentan dentro del movimiento y el capitalismo es el objetivo del discurso, la influencia de las organizaciones de mujeres revolucionarias sigue siendo relativamente débil. Esto refuerza la situación en la que los movimientos de mujeres siguen siendo espontáneos y políticamente opuestos. Hay varias razones históricas y contemporáneas para ello. Por ejemplo, la debilidad del movimiento comunista internacional y la influencia del feminismo de los feminismos (programas evolutivos de liberación de la mujer) es dominante en los movimientos de mujeres. Por supuesto, las fuerzas feministas** son nuestras aliadas políticas a diferentes niveles y como revolucionarias debemos desempeñar un papel unificador en la lucha política. Pero está claro que los horizontes que no llegan a la verdadera raíz del problema, los entendimientos que abstraen la explotación sexual, no pueden aportar una libertad ilimitada a las mujeres. Por eso es importante ganar a las mujeres para su propio programa revolucionario.

 

¿Qué tareas debemos plantearnos?

Para realizar el programa revolucionario que liberará a las mujeres de la opresión sexual y de clase, debemos pronunciar palabras más avanzadas y más fuertes que el discurso actual de los movimientos de mujeres, debemos desarrollar una práctica acorde con nuestras palabras y fijar objetivos políticos. Sólo sobre esta base las organizaciones revolucionarias de mujeres pueden acumular fuerza aferrándose a fuertes reivindicaciones y a una línea de acción que no se conforme con lo viejo. Hay una base objetiva para nuestras intervenciones voluntarias en el movimiento de las mujeres. Como revolucionarias, debemos allanar el camino a los movimientos de mujeres para superar nuestros propios límites y convertirnos en un foco, y organizar su autodefensa en caso de contraataques del patriarcado. De este modo, debemos garantizar la unidad de las divisiones de las mujeres revolucionarias en la acción y no permitir que las divisiones ideológicas y teóricas hagan que su movimiento se estanque.

Dentro de un plan de acción concreto, nuestro primer objetivo debe ser garantizar la continuidad. Hasta la fecha, los problemas del movimiento de mujeres han aparecido en la agenda de la ICOR de forma bastante esporádica. La ICOR necesita un mecanismo organizativo que garantice la discusión permanente de los problemas del movimiento de mujeres, la emisión de resoluciones sobre la lucha de liberación de las mujeres y el desarrollo de prácticas comunes. Una oficina internacional de mujeres capaz de asegurar la evaluación regular de las agendas políticas de las mujeres, la representación de la ICOR en las plataformas internacionales de mujeres y la creación de una red de mujeres entre organizaciones podría organizar la actual intervención política de los partidos y organizaciones miembros de la ICOR en la lucha por la liberación de las mujeres. Además, la formulación de los principios que las organizaciones miembros de la ICOR acuerdan sobre la lucha por la liberación de la mujer será también un logro de la Primera Conferencia de Mujeres de la ICOR.

Durante la Conferencia Mundial de Mujeres debemos movilizar fuerzas para desarrollar una cooperación práctica tanto entre las organizaciones de la ICOR como con las diferentes organizaciones de mujeres fuera de la ICOR. La Conferencia Mundial de la Mujer no debe terminar con su último día. Una postura internacional de las mujeres contra la guerra y el imperialismo será un paso importante hacia un movimiento coordinado de mujeres en todo el mundo. Además del 8 de marzo y del 25 de noviembre, días históricos de la lucha de las mujeres, es necesario intercambiar información sobre diferentes temas que preocupan a las mujeres en los días de acción, y aumentar nuestras posibilidades de organizar rápidamente prácticas de solidaridad internacional. El intercambio teórico también es necesario para mantener y profundizar la cooperación internacional a largo plazo. El movimiento internacional de mujeres y nosotras, las revolucionarias, tenemos que responder urgentemente a algunas preguntas. Por lo tanto, deberíamos aspirar a ofrecer espacios similares a esta publicación en los que se puedan debatir en profundidad cuestiones teóricas y políticas.

Nos queda un largo camino por recorrer, pero sabemos que valdrá la pena. ¡Buena suerte a todos!

 

Partido Marxista-Leninista de Alemania (MLPD)

Posición del MLPD/Alemania para la Revista en Línea Sobre la 1ª Conferencia de Mujeres de la ICOR

 

1. Las mujeres son fuerzas motrices esenciales e indispensables en la lucha contra el imperialismo, por la revolución socialista internacional y la liberación de la mujer. Sólo algunos hechos actuales lo demuestran: desde las decenas de miles de personas en Estados Unidos por el derecho al aborto en las calles hasta las valientes mujeres de Chișinău (Moldavia) que se manifiestan contra la guerra frente a la embajada rusa con mujeres de Ucrania desde el inicio de la guerra. El movimiento de mujeres militantes vinculadas a nivel mundial tiene una "importancia estratégica para la revolución internacional, porque puede actuar como vínculo entre el movimiento obrero internacional y los amplios movimientos populares".1 Actualmente, un reto central es unir a la masa de mujeres contra la guerra imperialista y orientar la lucha contra la guerra hacia cambios revolucionarios.

2. El libro del MLPD "Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer - Un escrito polémico" empieza con el concepto de doble producción de Marx y Engels, que fue desplazado en gran medida en la economía política del movimiento comunista después de Lenin. Engels escribió: "Según la concepción materialista, el momento último determinante de la historia es: la producción y reproducción de la vida inmediata. Pero esto es, de nuevo, de doble naturaleza. Por un lado, la producción de alimentos, de objetos de alimentación, del vestido, de la vivienda y de las herramientas necesarias para ello; por otro lado, la producción de los propios seres humanos, la reproducción de la especie".2 En consecuencia, los factores determinantes de la sociedad son siempre el grado de desarrollo del trabajo, por un lado, y de la familia, por otro. Ambos tipos de producción y reproducción son inseparables. La supresión del doble concepto de producción en el movimiento comunista condujo a que la lucha por la liberación de la mujer del orden estatal y familiar burgués se tuviera generalmente en baja estima o se redujera a la inclusión de la mujer en la producción y a la lucha por la igualdad jurídica. También llevó a las tendencias economicistas del movimiento obrero a preocuparse unilateralmente por las relaciones salariales y laborales, y no también por las relaciones familiares y de vida, y a despreciar falsamente la lucha por la liberación de la mujer como una "contradicción secundaria".

3. Luchar contra la doble explotación de la masa de mujeres dependientes de los salarios: Las feministas del movimiento de huelga de mujeres, por ejemplo, dicen: en primer lugar, la explotación de las mujeres consiste en su explotación por el capitalista y, en segundo lugar, en su explotación por el hombre. El marxismo define: La doble explotación de la masa de mujeres consiste, en primer lugar, en la explotación a la que está sometida la mujer trabajadora como parte de la clase obrera en su conjunto, en segundo lugar, en la valoración aún más baja de su fuerza de trabajo en comparación con sus colegas masculinos. El capitalista valora menos la fuerza de trabajo de la mujer porque, según el orden familiar burgués, no está disponible para su explotación en la misma medida que la del hombre, debido a que la mujer es la principal responsable de la crianza de los hijos y del trabajo doméstico/familiar. Por ello, en nuestro actual libro "La crisis de la ideología burguesa y el oportunismo", también tratamos de forma crítica-autocrítica posiciones como la "jineología" del movimiento kurdo. Allí, después de apreciar los valiosos impulsos y el importante papel del movimiento femenino kurdo, dice: "En lugar del papel dirigente del proletariado (incluidas las mujeres proletarias), el PKK propaga el papel dirigente de las mujeres en la lucha revolucionaria de liberación ... El socialismo científico ha ... enseñado que la solución de la cuestión social significa la liberación de la clase obrera de la explotación capitalista en unidad con la liberación de la mujer."3

4. "La opresión particular de las mujeres es un elemento esencial de cualquier ejercicio de dominación en la sociedad de clases basada en la explotación y la opresión."4 La opresión especial de las mujeres incluye: la responsabilidad inmanente al sistema de las mujeres en la gestión privada del hogar y la familia, que también implica una dependencia económica de los hombres, el control de la sexualidad y la violencia contra las mujeres, todo un sistema de "cadenas de la moral burguesa", que funcionan a través de las tradiciones, la asignación de roles, las religiones, los conceptos morales, la múltiple discriminación basada en el género, el sexismo como método para destruir la confianza en sí mismas de las mujeres y las niñas. Esto afecta a todas las mujeres y niñas de la sociedad de todas las clases y estratos. Este hecho, junto con el agravamiento de la crisis mundial del orden familiar burgués, es también la base para el surgimiento de un amplio movimiento de mujeres independiente y militante ("de la religión a la revolución"). El movimiento de mujeres proletarias es su columna vertebral indispensable. La doble opresión de las trabajadoras consiste, por un lado, en su opresión como clase obrera en su conjunto y, por otro, en su opresión como mujeres.

5. ¡El principal obstáculo para el desarrollo de un amplio movimiento militante de mujeres es el efecto corrosivo del sistema de pensamiento de modo pequeñoburgués! El pensamiento pequeñoburgués pretende ser crítico con la sociedad y, en su orientación básica anticomunista, se orienta hacia la conservación y perpetuación del capitalismo y el imperialismo. Además del feminismo pequeñoburgués, el posmodernismo con su concepto de "identidades culturalmente construidas" -o también conocido como teoría queer- también ha tenido influencia en el movimiento de mujeres. Por supuesto, los marxistas-leninistas están del lado de todos los explotados y oprimidos, lo que incluye la lucha por la autodeterminación sexual, contra la explotación y la violencia sexual y la pornografía.

6. La historia de la lucha por la liberación de la explotación y la opresión siempre ha estado estrechamente vinculada, aunque de forma más o menos consciente, a la lucha por la liberación de la mujer, a partir de la Comuna de París, los signos más destacados de la igualdad y la lucha por la liberación de la mujer se establecieron en los antiguos países socialistas, especialmente en la Unión Soviética socialista y en la China de Mao Zedong. Especialmente en relación con la Gran Revolución Cultural Proletaria, se hizo realidad la dialéctica entre el cambio de la base material de la sociedad y la superación de las tradiciones y formas del pensamiento burguesas.

7. De todo ello se desprende la importancia fundamental de la dialéctica entre la construcción del partido revolucionario y las autoorganizaciones y movimientos no partidistas en el trabajo de las mujeres, como relación básica en la lucha por la liberación de la mujer. Esto tiene una importancia estratégica. El desarrollo de la lucha de clases requiere la construcción de fuertes partidos marxista-leninistas y grandes organizaciones y movimientos de masas en la lucha contra el imperialismo. En los partidos revolucionarios del mundo, las mujeres todavía no desempeñan un papel acorde con su importancia en la lucha de clases. La autotransformación necesaria para ello debe abarcar a todos los partidos, mujeres y hombres, así como al trabajo con los jóvenes en particular. Por lo tanto, es un componente programático del trabajo del MLPD: "En su trabajo de partido, el MLPD organiza una promoción selectiva de las mujeres para que asuman tareas y funciones".5 En este signo, se realizó un cambio generacional en el MLPD, que por primera vez, con Gabi Fechtner, llevó a una mujer trabajadora a la dirección de un partido revolucionario en Europa.

¡Adelante con la liberación de la mujer en el socialismo real!

¡Adelante con la revolución socialista internacional!

*Un ejemplo de programa de la revolución de las mujeres, el programa del MLKP: mlkp-info.org

**La lucha por la liberación de la mujer también allanó el camino para la lucha general por la liberación sexual, y el feminismo queer, que ocupa un lugar importante en el movimiento feminista actual, se desarrolló a lo largo de este camino. El movimiento lgbti+, que es un importante aliado de las mujeres, se ha convertido en gran medida en la fuerza política dinámica del feminismo queer, desafiando significativamente las nociones patriarcales de género y abriendo nuevos horizontes para la cuestión del género. Pero como corriente feminista posmoderna, el feminismo queer no tiene la idea de una revolución material de todos modos, ni tiene un programa de agitación social. Aunque queremos ganar el movimiento por el socialismo, no vemos la lucha lgbti+ como un subsector de la lucha por la liberación de la mujer. En su lucha común contra la sociedad sexista, nos esforzamos para que la lucha por la liberación de la mujer y la lucha lgbti+ se promuevan mutuamente y se desarrollen como aliados políticos en dos caminos independientes.

 

1RW 34, edición alemana, p. 506

2“Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer - Un escrito polémico”, edición alemana, p. 15, MEW, Vol. 21, p. 27-28

3RW 37, p. 161

4“Nuevas perspectivas para la liberación de la mujer - Un escrito polémico”, edición alemana, p. 58

5Programa del MLPD, p. 64-65



Acciones de Documento