Contribución de Nosrat Irán

Queridos camaradas,

Me complace, en primer lugar, transmitirles los calurosos saludos de solidaridad del Partido Comunista de Irán y desearnos una reunión exitosa.

El tiempo del que dispongo es limitado, así que sólo mencionaré algunos puntos:

1º - Sin duda, el viaje de Biden a Oriente Medio sigue los esfuerzos que se han iniciado desde el final de la era Trump y tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear (nuclear deal).

Recordemos que en uno de sus primeros discursos tras acceder a la Casa Blanca, Biden proclamó que "Estados Unidos ha vuelto a liderar el mundo" y que, por lo tanto, Estados Unidos está intentando volver a la era de la hegemonía estadounidense en todos los ámbitos. Pero la realidad del mundo ha hecho imposible este regreso:

Los mundos bipolar y unipolar dejaron de existir hace tiempo. Ahora nos enfrentamos a varios polos a escala global y regional.

Tras la derrota en Afganistán y la retirada de gran parte de sus fuerzas de Irak, Estados Unidos anunció que promovería sus intereses en Oriente Medio a través de sus aliados; en esta dirección se han acelerado las relaciones de Israel con los Estados árabes, especialmente desde el año pasado. El inicio de este proyecto fue la firma del tratado "Abraham" (Abraham es un profeta en el que creen tanto los judíos como los musulmanes), que incluye a Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Egipto, Jordania e Israel. Biden trató de mejorar las relaciones entre Israel y Arabia Saudí durante su viaje a Oriente Medio. La reunión con el Consejo de Cooperación del Golfo y la presencia del primer ministro iraquí en esta reunión, que no es miembro del Consejo de Cooperación, y la propuesta del gobierno jordano de crear una "OTAN regional" son otro elemento para crear una amplia coalición contra la República Islámica de Irán.

Estados Unidos lleva años intentando que el régimen de la República Islámica se ajuste a sus políticas en la región mediante presiones y sanciones regionales. Sin embargo, sabemos que no hay alineación entre los países de la región. Por ejemplo, Qatar tiene estrechas relaciones con Irán y representantes de Estados Unidos e Irán han negociado el acuerdo nuclear al menos dos veces en Doha, la capital de Qatar. Al mismo tiempo, el año pasado, con la mediación del gobierno iraquí, representantes de Irán y Arabia Saudí se reunieron tres veces en Irak. La visita simultánea de Putin y Erdoğan debe considerarse también en el contexto de las competiciones mundiales y regionales.

Está claro que la prioridad de la estrategia estadounidense está en la región del "Indo-Pacífico", frente a su principal rival, China. Aunque la guerra interimperialista en Ucrania llevó a Estados Unidos a someter a Europa por completo a su yugo y a crear un frente unido contra Rusia, la guerra principal a largo plazo tendrá lugar en la región del "Indo-Pacífico".

2- En cuanto a la situación de la República Islámica de Irán, quiero decir que cada día está más aislada en la región. No sólo por la alianza de Israel con los países de la región, sino también por los movimientos de protesta en Irak y Líbano contra la presencia de fuerzas vinculadas a la República Islámica de Irán en estos dos países.

Sin embargo, dentro de Irán, el régimen se enfrenta a varios retos que operan simultáneamente:

1- La crisis estructural de la economía iraní se ha profundizado en las últimas cuatro décadas, especialmente con la retirada de Estados Unidos del "acuerdo nuclear" en 2018 y las sanciones aprobadas. Antes de las sanciones, Irán exportaba casi dos millones seiscientos mil barriles de petróleo al día. Ahora se ha reducido a entre 400 y 600.000 barriles, que suelen venderse más baratos en el mercado negro que en el internacional. Estos ingresos se destinan principalmente al aparato gubernamental, al elevado coste de las instituciones que promueven la superstición, al aumento del presupuesto de los Passdaran y al gasto en las ambiciones del régimen en la región.

- En el presupuesto del gobierno presidencial de este año había dos partidas fundamentales. Supresión de la moneda preferente (4.000 tomos por dólar), mientras que el dólar se compra y se vende entre seis y siete veces más en los bancos, que se reservaba para la importación de productos básicos como medicamentos, suministros médicos y otros seis artículos, a saber, trigo, cebada, maíz, aceite de cocina y granos oleaginosos. El recorte desencadenó inmediatamente una enorme ola de inflación. La inflación actual se sitúa entre el 55% y el 130%.

Todos estos factores crean las condiciones para las protestas masivas. El año pasado, de marzo de 2021 a marzo de 2022, tuvimos más de 4.000 conflictos laborales, desde los trabajadores industriales de los sectores del petróleo, el gas, la petroquímica, el acero y la caña de azúcar en Haft Tepe hasta las protestas de los profesores en todo el país, desde los pensionistas hasta los camioneros, desde las enfermeras hasta los empleados públicos, desde las mujeres hasta los estudiantes.

Este número de acciones industriales, en un año, no tiene precedentes. Desde un año antes de que Jomeini llegara al poder, sólo teníamos unas 300 acciones industriales, y ahora hay más de 4.000.

En algunos casos, como las huelgas de los trabajadores del petróleo, el gas y la petroquímica, estas huelgas tuvieron lugar simultáneamente en más de 115 lugares, o 6.000 trabajadores de Haft Tepe estuvieron en huelga durante más de 90 días en su última lucha.

A estas protestas hay que añadir los paros urbanos del año pasado, que protestaron contra la escasez de agua, la subida de precios y la pobreza en más de 36 ciudades.

Para hacer frente a esta situación, el régimen ha recurrido al único elemento, la represión.

Desde el 1 de mayo de este año, ha comenzado una amplia ola de detenciones de activistas laborales, profesores, pensionistas, escritores, artistas, estudiantes, mujeres y activistas medioambientales. Cientos de ellos están ahora en prisión.

A pesar de la feroz represión y las detenciones, el miedo y el terror han perdido en gran medida su efecto. En todas estas protestas, huelgas y levantamientos urbanos, no sólo se plantean reivindicaciones sindicales, sino que se dirigen contra la privatización de las fábricas, contra las empresas industriales, contra la privatización de la educación. Los disturbios urbanos, en particular, siempre concluyen con las consignas "Muerte a Raissi", "Muerte a Jamenei", "Abajo el dictador". El último punto es que la sociedad avanza a gran velocidad hacia condiciones revolucionarias. Pero sigue habiendo dos carencias básicas:

No hay una dirección clara, ningún partido comunista anclado en las amplias masas que pueda unir y dirigir estas luchas.

Como Partido Comunista de Irán, estamos utilizando todas nuestras fuerzas para superar estas dos deficiencias fundamentales. Tanto en solitario como en cooperación con otros partidos y organizaciones de izquierda y comunistas y en alianza con personas democráticas y progresistas.

Gracias por su atención.

Hamburgo, 24.07.2022