LA TOMA DEL CAPITOLIO AL LLAMADO DEL FASCISTA TRUMP
El llamamiento de Trump en el acto frente a la Casa Blanca, del 6/1, a marchar hacia el Congreso movilizó a miles de seguidores, integrantes de grupos supremacistas blancos, racistas y fascistas. Muchos de ellos trepando los muros y en acciones violentas, seguramente con preparación militar, como es el caso de la militar que perdió la vida, que había participado en Afganistán y otras guerras de agresión yanqui.
Si bien Trump venía anunciando desde antes de las elecciones que no admitiría una derrota, lo que implicaría de por sí una amenaza de autogolpe de estado, esta marcha y la toma del Capitolio implicó un intento de llevar la situación al máximo. No estamos en condiciones hoy, de saber si realmente estaba planteado un golpe de estado, pero lo que si es cierto es que no solo existió el llamamiento de Trump, el presidente en ejercicio, a impedir la sesión de confirmación de Biden-Harris, sino que no hubo una contención mínimamente seria por parte de los aparatos represivos, lo que facilitó una toma que no tenía antecedentes desde 1814. El propio Biden planteó que si la marcha hubiera sido del movimiento antirracista Black Lives Matter, estos seguramente no los hubieran dejado avanzar.
Por la experiencia de golpes de estado en América Latina que tenemos, muchos de ellos comienzan por movimientos, en general de sectores militares, que fracasan en una primera instancia, pero que les sirve a los golpistas para ver en la práctica las actitudes de los partidos políticos y de las propias fuerzas policiales y militares, y sobre esta base determinar las condiciones para acciones futuras.
Algo de esto pasó, es claro que Trump que perdió las elecciones pero tuvo 75.000.000 de votos en base a su prédica antiinmigración y su política proteccionista que recuperó millones de empleos, con esta acción puso a prueba unos días antes al secretario de estado de Georgia, exigiéndole que fraguara votos para no perder la mayoría en el senado, lo que finalmente sucedió, y el propio día de la confirmación, exigiéndole a su vicepresidente Pence que viole la Constitución y pare el conteo de votos.
Seguramente en estos meses y particularmente en estos últimos días de hecho también puso a prueba a las FF.AA.
Por otro lado la mayoría del partido Republicano tomó distancia, votando la confirmación de Biden-Harris en el parlamento y con la renuncia de gran parte de los ministros. Rápidamente Trump se repliega y termina acusando a sus propios seguidores por la toma del Capitolio y promete una transición pacífica tratando de evitar que lo destituyan y pueda peligrar su candidatura para las próximas elecciones.
Trump con estas acciones ha antagonizado al extremo las contradicciones dentro del partido Republicano y seguramente trabaja en la perspectiva de lanzar su propio partido, de ultraderecha y de chauvinismo exacerbado para las elecciones del 2024. Para esto ve condiciones, sobre la base de la gran votación que tuvo y en medio de una crisis económica internacional histórica, potenciada por una pandemia tremenda donde claramente se agudizan las contradicciones del sistema y particularmente las contradicciones interimperialistas.
En este sentido el imperialismo yanqui que sigue siendo una superpotencia expone con esta grave crisis política que está en declinación, en un mundo que es multipolar y donde el imperialismo chino que aparentemente saldría fortalecido de la crisis, le disputa cada día más la hegemonía mundial.
¡A persistir en la lucha antiimperialista, antifascista y por el socialismo!
Partido Comunista Revolucionario del Uruguay
9 de enero 2021