Desborde asistencial en los tres niveles de atención ante el aumento exponencial de los contagios y fallecimientos por Covid-19

“El Comité de Emergencias del SMU (sindicato médico) siguió la conferencia de prensa (de Lacalle Pou del 7/4) mientras sesionaba virtualmente a través de la plataforma Zoom. “Quedamos descolocados, con angustia e impotencia”, dijo a Búsqueda anoche el dirigente Federico Preve, delegado del SMU ante la Junta Nacional de Salud (Junasa). “Nuestra situación es de desborde asistencial en los tres niveles de atención. No damos a basto con el número de consultas, llamados y atención en las camas de CTI”, enfatizó Preve. Dijo que esto también fue analizado y que hubo coincidencias en una reunión con los representantes de las mutualistas. Preve fue directo en su planteo. “Estamos naturalizando la muerte. Lo vemos todos los días en los CTI. Hay muchas muertes evitables. Y también hay secuelas que son evitables. Los pacientes quedan con secuelas respiratorias, deterioros cognitivos, daños en su salud mental por el estrés de transitar la enfermedad aislados. Todo esto nos genera angustia”, dijo.

Para Preve el aumento de camas de terapia intensiva “no es una solución” si se tiene un ritmo de ingresos de 40 pacientes por día. “Es un parche”, graficó. Y opinó que la solución es “acoplar la estrategia de vacunación —que es buena y vine a buen ritmo— con el descenso de contagios, que justamente va en aumento”. Para eso, insistió, el gobierno tiene que restringir la movilidad durante un mes. Y otorgar subsidios estatales a quienes tengan que bajar la cortina de sus negocios en este abril.”

Claro como el agua lo que plantea el dirigente del SMU,  coincidiendo con lo que plantean los/as médicos intensivistas, los/as científicos/as compatriotas integrantes de la Udelar, del Instituto Pasteur, del Gach y también de lo que denuncian los/as trabajadores/as no médicos de la salud.

Al escribir esta nota (9/4) los nuevos contagios están entre 3500 y 4000 y los fallecimientos entre  45 y 52 por día, hay un aumento exponencial que se agrava y es mayor el riesgo de colapso del sistema sanitario. La situación generada a partir de 15 fallecimientos en un residencial de ancianos de Fray Bentos, que hoy ya aumentaron a 26, generó una conmoción social,  mostró parte de esta cruda realidad y puso al gobierno a la defensiva.

Hoy en relación a la población, Uruguay está 1° en contagios y 10° en fallecimientos a nivel mundial. Esto no lo puede explicar el gobierno y ni lo intenta, pero guarda una relación directa con la falta de medidas drásticas, las que no ha querido tomar a tiempo para frenar lo antes posible los contagios y dar tiempo a que avance la vacunación y la inmunización de la población.

El gobierno de la coalición de la derecha y la ultraderecha defiende su política y las medidas totalmente insuficientes que plantea cada tanto, se va aislando y se incrementan sus contradicciones internas. Uno de sus principales argumentos, es que “no quieren un estado policial y militar ni las medidas prontas de seguridad” y que están por la “libertad responsable”, queriendo así confundir al pueblo, dejando de lado lo que realmente se le exige para frenar la movilidad,  pero que no están dispuestos a hacer para no tener que sustentar las medidas de restricción de la economía no imprescindible por un período, con recursos estatales.

Por otro lado quien dice esto es el gobierno que más ha avanzado al estado policíaco y militar en los últimos años, imponiendo la LUC con 120 artículos represivos y punitivos, con “gatillo fácil”, restricción del derecho de huelga y las movilizaciones populares en calles y rutas. Ha impuesto esto además en plena epidemia y no por razones sanitarias sino para imponer el ajuste, la rebaja salarial y la mayor entrega del país a los monopolios imperialistas. Además ha impuesto la ley que restringe las reuniones y ha militarizado el 20% del territorio nacional en la zona de frontera, además de haber vuelto a aumentar el número de altos oficiales de las FF.AA, que se había reducido en el período anterior.

El otro argumento muy manido es el de  “cuidar la economía” y “que la gente pueda ganarse el pan”. Esto dicen mientras cuidan las ganancias intocables del gran capital (“el malla oro”). Para poder ganarse el pan hay que sobrevivir al Covid-19 y es imprescindible abrir fuentes de trabajo estables y con salarios que permitan vivir.

Las cifras record en relación a la población, a nivel mundial, de contagios y de fallecimientos por Covd-19 van de la mano con que Uruguay es uno de los países con menos inversión en el mundo, en relación a su PBI, en la cobertura social de la epidemia, un mísero 1%.

Tiene relación también con que se perdió tiempo precioso en la vacunación, que si bien ahora avanzado, se ha hecho sin priorizar debidamente a los/as pacientes de todas las edades con patologías como la diabetes y las cardiopatías, y tampoco a las personas de entre 71 y 79 años que quedaron para el final de una forma arbitraria.

El gobierno está pagando con muertes de gente del pueblo su miserable y rancia actitud de no tomar medidas drásticas a tiempo para no tener que sostenerlas con aportes  estatales a los/as trabajadores/as afectados/asy a las pequeñas y medianas empresas. Recursos que  deberían  salir no del impuesto a los salarios (de más de $80.000) de los trabajadores públicos, que han reinstalado, sino de detracciones a los monopolios agroexportadores que se la están llevando toda, más aun cuando han subido mucho los precios de las materias primas, particularmente los de la soja que pasó de 300 a 520 dólares la tonelada, y de monopolios como UPM que esconde cientos de millones de dólares en sus cuentas en paraísos fiscales. Es imprescindible establecer una moratoria y dejar de pagar por los servicios usurarios de la deuda pública (alrededor de U$S 3000 millones de dólares al año) y quitar las exenciones impositivas al gran capital.

Ante esta grave situación entra en crisis también la política del oportunismo, de la dirección del FA y de la mayoría de la dirección del Pit-Cnt, que ha sido de una pasividad extrema, planteando la “oposición responsable” y el “diálogo nacional”, que no han conducido a nada. Apretado por el agravamiento actual de la situación sanitaria el gobierno les concedió ahora una comisión parlamentaria por la pandemia, para que  puedan cacarear a gusto y ganar algo de protagonismo.

Pero también aparece la lucha obrera clasista y muestra cómo se logran un diálogo en serio y las reivindicaciones, desde posiciones de fuerza que les afecten los intereses a los monopolios capitalistas. Es el caso de SOOFRICA, el sindicato de los obreros/as del Frigorífico Canelones, que tuvo un fallecimiento y muchos contagios y cuarentenados,  que realizó un Paráte sanitario, una huelga de una semana y logró finalmente que la patronal tomara las medidas sanitarias imprescindibles para poder volver a la producción.

Es el caso también del SUNTMA-PESCA, obreros que están padeciendo la epidemia con alrededor de 100 contagios y un fallecimiento, y hacen paros exigiendo medidas sanitarias al gobierno y las empresas. También AEBU-BROU hizo un paro de 24h donde incluyen reivindicaciones en este sentido.

De esta forma hay que impulsar esta lucha por la vida teniendo muy en cuenta también que las cámaras empresariales ya están planteando una nueva rebaja salarial en los Consejos de Salarios que se vienen. Preparan otro acuerdo sin recuperación salarial para que la crisis la sigan pagando los/as trabajadores/as y cuentan para ello con los dirigentes sindicales oportunistas.

¡Salud al 1° de Mayo Día Internacional de los Trabajadores!

¡Arriba la lucha clasista y combativa!

Ricardo Cohen