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Aporte al Webinar de ICOR – A 150 años de la Comuna de París

PCR U, Carlos Sosa, Uruguay, 23 de marzo de 2021

 

Se conmemoran 150 años de la Proclamación de la Comuna de París. Primer hecho histórico que pone el poder en manos del proletariado apoyado por la pequeña burguesía, tendiente al derrocamiento y a la destrucción del régimen social burgués.

El papel fundamental lo desempeñaron los obreros y solo ellos permanecieron fieles hasta el final. Lucharon y murieron por su emancipación.

Rodeados por la reacción, abandonados por sus aliados y los errores cometidos irremediablemente sellaron su derrota.

Pero nos dejaron sus enseñanzas tan necesarias como vigentes, que se vieron coronadas en la Revolución Rusa y en la construcción del socialismo.

Es la causa común de quienes luchamos por la emancipación completa, política y económica del proletariado mundial.

Por grande que fueran las pérdidas de la Comuna la significación histórica de esta para la lucha general del proletariado las ha compensado, mostró la fuerza de la guerra civil, disipó las ilusiones patrióticas y acabó con la fe ingenua en los anhelos nacionales de la burguesía. La Comuna enseñó al proletariado europeo a plantear en forma concreta las tareas de la revolución.” Lenin

De la experiencia heroica de los obreros y comuneros de Paris, Marx, Engels y Lenin extrajeron que era necesario e imprescindible contar con un Partido Revolucionario de la clase obrera y el establecimiento de la Dictadura del Proletariado.

El gobierno de Traición nacional

La derrota de Francia en la guerra Franco-prusiana puso al proletariado frente a la ocupación de las fuerzas alemanas, junto al hambre y las penurias que el pueblo padecía a consecuencia del yugo del capital.

Dice Lenin: “Al sublevarse contra el viejo régimen, el proletariado asume dos tareas, una nacional y otra de clase: liberar a Francia de la invasión alemana y liberar del capitalismo a los obreros mediante el socialismo. Este fue el rasgo particular que afrontó la Comuna de París.”

El 4 de setiembre de 1870 los obreros de París proclaman la República esta no fue producto del derrocamiento por la fuerza del trono de Luis Bonaparte. Fue una medida de defensa nacional.

El carácter reaccionario del Gobierno Provisional de Defensa Nacional residía en la integración de los diputados del anterior cuerpo legislativo, formado por una mayoría monárquica y de burgueses republicanos enemigos de la insurrección obrera de 1848. En el cual los monárquicos ocupaban los departamentos más importantes, especialmente del ejército y de la policía, mientras que los republicanos ocuparon departamentos insignificantes dejando abierta las puertas para que la República se transformara de buenas a primera en una restauración monárquica.

La realidad de los obreros de París era difícil, al tener sus dirigentes en prisión, al estar cercado por el ejército prusiano a las puertas de París, y por estar bajo la dirección de un Gobierno Provisional de la Defensa Nacional (más bien de la traición nacional) con Thiers a la cabeza y Trochu como general, quienes conspirando, desistían expulsar a las fuerzas prusianas de ocupación y romper el asedio de París, en aras de un pacto y la capitulación, preparando el terreno de la derrota ante el enemigo.

El 28 de enero de 1871 se firma la capitulación cuyo términos son anexión de Alsacia, Metz y Lorena, más 5000 millones de francos al nuevo imperio alemán. Además el pacto de capitulación imponía la dimisión del Gobierno Provisional de Defensa Nacional y el llamado a elecciones para elegir en un plazo de 8 días una Asamblea Nacional destinada a concluir la paz.

El 8 de febrero se realizan las Elecciones Legislativas, la sección francesa de la Internacional y la cámara Federal de la Sociedad Obrera participan en los comicios, junto al comité de los veinte distritos de la ciudad, publicando un manifiesto común.

En contraste con el voto republicano de París, los votos a la Asamblea Nacional estuvieron dominados por los monárquicos (orleanistas, y legitimistas) exponentes de los intereses de los terratenientes y de los elementos reaccionarios de la ciudad y del campo.

Esta Asamblea reunida el 12 de febrero (en Burdeos) aprobó la preliminar de paz y eligió a Thiers como jefe del nuevo gobierno, cuyo objetivo era poner fin a la resistencia de París.

La Guardia Nacional

París a consecuencia del asedio de las fuerzas prusianas no contaba con un ejército, contaba con una Guardia Nacional formada por todos los parisienses capaces de empuñar las armas, en su mayoría obreros. El 15 de febrero la Guardia Nacional inicia su reorganización, a través de una Federación Republicana y la designación de un Comité Central.

La conspiración

Sellada la paz, ante el peligro que significaba para los terratenientes y los capitalistas que los obreros de París tuvieran las armas en sus manos. Lo primero que hizo el gobierno capitulador fue intentar desarmarlos. Era el único obstáculo en el camino de la conspiración contrarrevolucionaria.

La primera tentativa de sojuzgar a París fue lograr la ocupación del ejército prusiano, que fracasa ante la negativa de Bismarck.

La segunda tentativa y declaración de Guerra Civil fue cuando el 18 de marzo el gobierno de Thiers ordena confiscar los cañones de la Guardia Nacional, bajo el pretexto de que aquellos pertenecían al estado. Esta tentativa, de apoderarse de los cañones de París por parte de las tropas de Versalles, fracasa. Los Guardia Nacional de pie y en los barrios los hacen retroceder, la muchedumbre fusila a dos oficiales bonapartistas indignados por la agresión que no dudaron en calificar de golpe de estado de Versalles.

Tras fracasar la intentona de las tropas de Versalles y provocar la huida del gobierno de Thiers, el Comité Central pierde la ocasión desde el punto de vista militar de marchar inmediatamente sobre Versalles, completamente indefenso y de acabar con los manejos conspirativos de Thiers y sus rurales.

A juicio de Marx este fue un error decisivo que obedece a la “repugnancia del Comité Central a aceptar la guerra civil iniciada por el asalto nocturno.”

El imperativo de cortar la retirada y no darle tiempo de reorganizarse a la contrarrevolución era obligatorio, si se considera que la táctica de la retirada para organizar el ejército de la represión y el aplastamiento de los levantamiento populares de París habían sido empleada por Thiers en 1848.

¡VIVE LA COMUNE!

La comuna entonces, nace a consecuencia de la guerra con Alemania que desemboca en la caída del imperio y la proclamación de la República por los obreros de París, aclamada en toda Francia. Por la composición reaccionaria de la Asamblea Nacional que hacía temer por los destinos de la República. Y por el cerco prusiano de 131 días que vivió París, con los obreros parados, descontentos por su situación y ansiosos de un nuevo régimen social unido a la ruina de la pequeña burguesía. Todo ello generó la indignación de las masas contra las clases dominantes y el gobierno.

El Comité Central en representación del pueblo en armas se constituye en Gobierno Provisional Revolucionario, con el objetivo inmediato de convocar a elecciones municipales a la Comuna de París. La mayoría de los miembros del Comité Central eran seguidores de Blanqui que estaba en prisión, en tanto que los Internacionalistas tenían escasa representación.

Decía el Comité Central el 18 de marzo: “Los proletarios de París en medio de los fracasos y las traiciones de las clases dominantes, se han dado cuenta de que ha llegado la hora de salvar la situación tomando en sus manos la dirección de los asuntos públicos … Han comprendido que es su deber imperioso y su derecho indiscutible hacerse dueño de sus propios destinos, tomando el poder.”

El domingo 26 de marzo se realizan las elecciones a las comunas y el 28 de marzo su

proclamación.

Este poder nacido desde abajo, apoyado en las masas populares armadas, se oponen a la República parlamentaria democrática burguesa.

La demostración clara del gobierno de la reacción queda reflejada a la luz de las primeras medidas promovidas por Thiers y aprobadas por la Asamblea Nacional. El 10 de marzo anula la moratoria sobre, alquileres, letras de pago y deudas, exigiendo el pago inmediato, lo que abarca a más de 300.000 obreros en París, a pequeños talleres y tiendas empujándolos a la quiebra. Abolió el pago de los salarios a los guardias nacionales, dejando a miles de familias sin recursos. Prohíben seis periódicos republicanos y mandó condenar a muerte a Flourens y Blanqui por su participación en la revuelta de octubre de 1870. Lo que revela su enfrentamiento y temor a la clase obrera.

Contrariamente y pese a las condiciones difíciles y desfavorables, a lo breve de su existencia La Comuna tuvo tiempo para tomar una serie de medidas que caracterizan el verdadero sentido y objetivo. Sustituyó el ejército permanente por el armamento general del pueblo, proclamó la separación de la iglesia del estado, eliminó el sueldo que el estado le pagaba a los curas, dio un carácter laico y gratuito de la instrucción pública, abolió el sistema de multas del cual los obreros eran víctimas de los patronos, emitió un decreto para aquellas fábricas o talleres que sus patrones los mantuvieran cerrados o abandonados para que fueran entregados a las cooperativas obreras con el fin de hacer andar la producción. La Comuna dispuso que la remuneración de todos los funcionarios del gobierno no fuera superior al salario normal de un obrero. Por su carácter fue un gobierno auténticamente democrático, proletario.

La comuna entonces constituía una amenaza mortal para el viejo régimen basado en el avasallamiento y la explotación.

He aquí el verdadero secreto: la Comuna era, esencialmente un gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo. Sin esta última condición, el régimen comunal habría sido una imposibilidad y una impostura” (Marx)

Explica Marx: “la Comuna había de servir de palanca para extirpar los cimientos económicos sobre los que descansa la dominación de clase”

Para que una revolución triunfe

Dijo Lenin: “Una revolución social para triunfar, necesita, por lo menos, dos condiciones: un alto desarrollo de las fuerzas productivas y un proletariado preparado para ella. En 1871 no se dieron ninguna de estas dos condiciones. El capitalismo francés se hallaba poco desarrollado, Francia era en ese entonces un país fundamentalmente pequeñoburgués (artesanos, campesinos, tenderos, etc.) No existía un Partido Obrero. La clase obrera no tenía preparación, no había pasado por un largo periodo de entrenamiento. No había una organización política seria del proletariado. Ni fuertes sindicatos ni grandes cooperativas.”

Error al no apoderarse del Banco

Desde el 2 de abril las tropas de Versalles fusilan a los comuneros hechos prisioneros. Durante las semanas de abril y mayo se promueven negociaciones que se esfuerzan por persuadir al gobierno de Versalles para llegar a un compromiso. Thiers trata de ganar tiempo con el objeto de contar con el apoyo de las provincias a favor de Versalles, que en su mayoría le negaron el apoyo. Por lo cual ordenó las elecciones municipales del 30 de abril sobre la base de una nueva ley municipal y la finalidad de obtener una mayoría contrarrevolucionaria. Pero los cálculos le fallaron a los legitimistas, orleanistas y bonapartistas coaligados que solo obtuvieron 8.000 de los 700.000 concejales en los 35.000 municipios. Antes este descalabro el aplastamiento de París pasa por conseguir la ayuda del gobierno prusiano, al que Thiers le implora la devolución de los soldados prisioneros en Sedan y Metz, además de obtener la anulación del tratado de Fráncfort, por el cual el estado francés estaba prohibido reunir a más de cuarenta mil soldados en los alrededores de París. Desde el comienzo del mes de mayo a medida que regresaban los prisioneros bonapartista, se afianza la superioridad militar aplastante de Versalles llegando a contar con un ejército de 130.000 soldados provisto de todo tipo de armamento.

Desde los primeros días de mayo la lucha contra los ejércitos levantados por el gobierno de Versalles cada vez más nutrido absorbía todas las energías de la Comuna, sin reparar ésta que una de sus medidas claves era la de expropiar a los expropiadores, y de apoderarse del Banco de Francia.

Engels atribuye a los proudhonianos, en cuanto, responsables de los decretos económicos; dice, “… el santo temor con que aquellos hombres se detuvieron respetuosamente en los umbrales del Banco de Francia. Fue este además un error político muy grande. El banco de Francia en manos de la Comuna habría valido más de 10.000 rehenes. Hubiera significado la presión de toda la burguesía francesa sobre el gobierno de Versalles para que negociara la paz con la Comuna”.

La semana sangrienta

Sometida a un constante asedio por varias semanas el 21 de mayo el ejército de Versalles se abre paso consentido por el ejército prusiano, por el que según el armisticio no se podía pasar, abriéndose un largo frente que la Comuna tenía escasamente defendido. La resistencia en los barrios ricos fue débil, no así en los barrios obreros donde se multiplicaban los actos heroicos y las barricadas.

Después de 8 días de lucha el domingo 28 de mayo al mediodía se dispara el último cañonazo de la Comuna. Tras la cual llegará la ferocidad de la contrarrevolución.

Llega la matanza en masas de la población civil, los fusilamientos de los hombres desarmados, de las mujeres y niños y sus traslados a las prisiones y campos de concentración.

Tras la derrota la represión fue implacable causando más de 100.000 víctimas.

La comuna fue un ejemplo brillante de cómo el proletariado sabe cumplir unánimemente las tareas democráticas, que la burguesía sólo sabía proclamar

Pese a los errores la Comuna constituye un magno ejemplo. Marx le concedió un gran valor a la significación histórica de la comuna. Por grande que hayan sido las pérdidas de la comuna la significación para la lucha general del proletariado la ha compensado.

Nos "enseña que la participación de representantes del proletariado socialista con la pequeña burguesía en un gobierno revolucionario es completamente admisible, por principio y absolutamente obligatorio en determinadas condiciones … Nos enseña que la tarea real que hubo de cumplir la comuna fue antes todo el ejercicio de la dictadura democrática, y no socialista, la aplicación de nuestro «programa mínimo».

Lo que debemos tomar de los grandes combatientes de 1871 es que debemos hacer que resalten las consignas programáticas y prácticas que se corresponden con el estado de cosas existentes.” (Lenin).

¡Gloria eterna a la Comuna de París! ¡Aprender de su ejemplo y continuar su lucha!

Carlos Sosa –PCR-U

 

*Carlos Sosa es Integrante del Secretariado del partido y Secretario del Frente Sindical

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