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Seminario “Fuera el Imperialismo de América Latina y el Caribe organizado por IlPS”

Ponencia de Ricardo Cohen del PCR -UP de Uruguay, 25 de julio de 2020

 

 

A nuestro entender los principales países imperialistas que se disputan la hegemonía mundial, son los EE.UU, China, Europa (principalmente Alemania, Francia e Inglaterra) Rusia y Japón. Luego hay una cantidad de países imperialistas de segundo orden principalmente en Europa (de los que Lenin habla en el “Imperialismo fase final del capitalismo”), está la India (5ª economía a nivel mundial) y Brasil (9ª a nivel mundial) que es potencia regional.

 

Consideramos de gran importancia que el proletariado y los pueblos oprimidos observen bien las contradicciones interimperialistas, que las aprovechen a su favor en la lucha revolucionaria, cuidándose de negarlas pero también de ponerse a la cola de tal o cual potencia en su disputa con las otras, lo que llevaría a una perpetuación de la explotación imperialista, del subdesarrollo y la dependencia.

 

El imperialismo yanki luego del colapso de la URSS quedó como la única superpotencia por su poderío económico, político y militar, pero desde hace unos años está en declinación, en un mundo multipolar y cada vez más asediado por China sobre todo en el terreno económico. Europa a pesar de la crisis del Brexit mantiene su gran potencial. Rusia se ha venido recuperando sobre todo militar y políticamente, aunque con altibajos ahora por la crisis de los precios de los hidrocarburos y las sanciones económicas que le impusieron. En estos años, incluso ha enfrentado militarmente a la OTAN en Crimea y actualmente sostiene política y militarmente al gobierno sirio. China está más cerca de alcanzar el PBI de los EE.UU y en estos años ha expandido su comercio, siendo el principal comprador de la mayoría de los países de América Latina, también ha expandido sus inversiones estratégicas en materias primas e infraestructura con lo que también viene logrando un mayor peso político en la región. Se expande fuertemente en el África y viene fortaleciéndose militarmente principalmente en su región.

 

El imperialismo yanki es el más agresivo, tiene bases militares en más de 100 países y viene desarrollando guerras de agresión, buscando una salida ante cada crisis, pero empantanándose en ellas como en Afganistán e Irak, sosteniendo a Israel en su genocidio al heroico pueblo palestino e interviniendo en Siria. Esto que se incrementó después de los ataques a las Torres Gemelas, del 11 de setiembre de 2001, se ha agravado bajo el gobierno del fascista Tump que está empeñado, junto a la OTAN en fortalecer sus posiciones militares en gran parte de las fronteras de Rusia y marcar más presencia en torno a China.

Han sido permanentes también las amenazas de los sucesivos gobiernos yankis contra Irán, Corea del Norte, Siria, Cuba y Venezuela donde en estos momentos se está llegando a un grado superior, con peligro permanente de intervención y golpe de Estado, de los sectores más reaccionarios y fascistas.

 

La situación actual en América Latina

 

En América Latina desde el Caracazo de 1989 se produjeron grandes luchas obreras, campesinas, indígenas y populares, verdaderas puebladas que tiraron gobiernos reaccionarios en Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia y Paraguay. En Venezuela y Bolivia se forjaron desde esas luchas gobiernos antiimperialistas y populares, como el gobierno Bolivariano encabezado por el comandante Hugo Chávez y el encabezado por el compañero Evo Morales, de origen indígena y campesino, con sus limitaciones y contradicciones, pero que enfrentaron a las oligarquías y particularmente al imperialismo yanki y se sumaron a Cuba en ese frente. Desde estos procesos se impulsaron la alianza del ALBA y también organismos latinoamericanos sin los yanquis como la UNASUR y la CELAC.

 

En otros países, sobretodo enfrentando las crisis del 2000 al 2002, esas luchas generaron las condiciones para que en se instalaran, mediante las elecciones, gobiernos como el del PT en Brasil o el del Frente Amplio en Uruguay, Bachelet en Chile y otros, que se definieron como de izquierda o progresistas, pero que en los hechos fueron oportunistas y demagógicos e hicieron continuismo de los partidos de la derecha tradicional.

 

Esto fue encubierto de alguna forma por el ciclo de crecimiento de la economía basado en los altos precios de las materias primas y el gran flujo de capitales a la región, que duró hasta el 2013, lo que les permitió distender la situación social, recuperándose hasta cierto punto de la gran desocupación del período de la crisis y desarrollar el asistencialismo indicado por los organismos internacionales.

 

A partir del 2016 al mismo tiempo que se sienten fuerte los efectos de la crisis económica y social en curso en la región, el imperialismo yanki logra importantes éxitos, instalando gobiernos más afines como en Argentina con Macri, que el pasado año fue derrotado por el Frente de Todos, de Alberto Fernández y Brasil en donde se ha impuesto el gobierno del fascista Bolsonaro, impulsando el golpe de estado fascista en Bolivia con lo que han completado el cuadro del avance ultrareaccionario en el continente. Sigue aislando y montando provocaciones a Venezuela y trata de frenar el importante avance de China y de los demás rivales imperialistas en la región.

 

El imperialismo en Uruguay

 

Con distinto peso en Uruguay, país dependiente de capitalismo atrasado, están presentes las distintas potencias imperialistas asociadas a la burguesía intermediaria y al Latifundio, la oligarquía. El imperialismo yanqui, como en el continente, a nuestro entender es el enemigo principal, el que tiene mayor peso político, económico y militar. Como tradicionalmente nuestro país ha sido exportador de carne y otros productos agropecuarios, hoy principalmente soja y celulosa, aunque también lácteos, arroz, cítricos y cueros, las exportaciones de esos productos fueron fundamentalmente hacia Europa, de ahí también el peso económico y político de Inglaterra, Alemania y Francia. También la ex -URSS fue un comprador importante en el siglo pasado.

 

Exportaciones. Hoy el principal comprador es China, que recibe el 31% de las exportaciones, fundamentalmente de Carne, Soja y Celulosa, le sigue Europa con el 17%, Brasil con el 13% y los EEUU con el 6%.

Inversiones extranjeras. En los últimos años se destacan principalmente las inversiones europeas, fundamentalmente por las 2 plantas de celulosa ya instaladas (UPM y Montes del Plata) y una (UPM 2) en construcción, de capitales finlandeses, suecos y españoles, que implicaron la compra y arrendamiento de tierras para la forestación. También son fuertes sus inversiones en telefonía y energía eólica.

 

Brasil ha hecho grandes inversiones y logrado monopolizar, la mayor parte de la industria frigorífica (JBS, Marfrig y Minerva), la industria Cervecera y la arrocera, han invertido también en la industria cementera y en una de las principales curtiembres.

Las inversiones extranjeras tiene cada vez más prebendas, exenciones impositivas por unos U$S 3.000 millones al año, y muchas de ellas como las plantas de celulosa, funcionan en régimen de Zonas Francas. Tener en cuenta que el PBI ronda los U$S 55.000 millones de dólares y el Presupuesto Nacional es de alrededor de U$S 15.000 millones.

 

Los EE.UU tienen instaladas unas 120 empresas, los europeos varios cientos y China ha instalado pocas inversiones y empresas por el momento aunque viene avanzando en este sentido.

 

Deuda externa. Esta se triplicó en los 3 gobiernos del seudoizquierdista Frente Amplio (marzo2005-20) hoy llega a los U$S 40.000 millones de capital y alrededor de U$S 15.000 millones de intereses. Esto implicó que por ejemplo que en el 2019 se hayan pagado solo por intereses U$S 2.000 millones. Hay deuda con los organismos internacionales, FMI, BM, etc., pero la deuda es mayoritariamente en bonos. Nos es difícil saber en detalle quienes son estos acreedores pero en general esta deuda, que luego determina mucho de la economía nacional, es con la banca y los distintos fondos de inversión yanquis y europeos.

 

Extranjerización y concentración de la tierra. A través de distintas modalidades se ha dado un grave y acelerado proceso que llega hoy, incluyendo arrendamientos, a cerca del 50% de las 16 millones de hectáreas cultivables del país.

 

Banca extranjera

Por el monto de los depósitos y créditos están: Santander, Itaú, BBVA, Scotiabank, HSBC y Citibank.

 

La lucha antiimperialista y popular

 

En Uruguay alrededor del 70% de la PEA (población económicamente activa) son asalariados, incluso en el campo es muy importante la salarización por el peso tradicional y predominante de la ganadería extensiva, lo que se ha incrementado con los monocultivos sojero y forestal que han acelerado la pérdida de miles de pequeños y medianos campesinos y productores. Como clase social también la clase obrera es aproximadamente un 70% de la población, lo que a su papel de vanguardia revolucionaria en esta sociedad suma el de principal fuerza motriz.

 

El movimiento sindical es la fuerza social más importante y protagonista de grandes luchas, donde se destacan la Huelga General de 15 días contra el Golpe Militar Fascista y proyanki, de 1973 y también de grandes luchas en defensa de las empresas públicas y contra los monopolios imperialistas, como las libradas con éxito en el plebiscito de 1992 y por la defensa del agua en manos del estado, del 2004.

 

El gobierno actual. Se instaló el 1/3/2020, es el gobierno de una coalición de 5 partidos de la derecha tradicional y la ultraderecha, que a pesar de la gravedad de la crisis sanitaria por el Covid 19 y la crisis económica que ya estaba en curso y esta ha potenciado, viene impulsando un ajuste antipopular y la rebaja salarial apoyándose en el oportunismo que predomina en la dirección del PIT-CNT (convención obrera) y en el Frente Amplio que maniatan las luchas obreras y populares.

El gobierno impulsa avanzar más a fondo con las privatizaciones y en las prebendas a los monopolios imperialistas y claramente tiene una alineación mayor con el imperialismo yanqui. Se ha aprobado recientemente la LUC, Ley de Emergencia Nacional de 476 artículos, con unos 100 punitivos y represivos, se atacan el derecho de huelga y la educación pública, se favorecen las privatizaciones y la extranjerización de la tierra.

Las herramientas populares

A nivel de la clase obrera trabajamos para unificar las luchas que ya se están produciendo y el fortalecimiento de las agrupaciones clasistas, en el movimiento popular trabajamos por fortalecer el movimiento feminista popular y las agrupaciones combativas a nivel estudiantil y social. A nivel político por forjar la Unidad Popular como herramienta unitaria de la izquierda antiimperialista consecuente.

Hoy levantamos la consigna de ¡luchar porque la crisis no la paguen la clase obrera y el pueblo y por abrir una perspectiva revolucionaria!

 

¡Arriba la lucha antiimperialista!

¡Viva la unidad de la clase obrera y los pueblos y naciones oprimidas del mundo!

 

25 de julio de 2020

 

 

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