Idlib y los sueños imperialistas de la Turquía

Turquía, como colonia económico-financiera, continúa implacablemente sus aspiraciones de expansión. Sus sueños imperialistas se derrumbarán tan pronto como la realidad alcance. Esto es exactamente lo que está sucediendo en Idlib. Al igual que con la crisis económica y el capitalismo, la conexión entre la crisis y la guerra invasiva de expansión debe ser mostrado al público. El jefe fascista y sus pandillas deben exigir la responsabilidad de los soldados asesinados, de los millones gastados para proteger a las pandillas mientras el pueblo se hunde en la pobreza. ¿Qué hacen estos soldados allí en el territorio de otro país? ¿Cuáles son sus tareas? ¿Con qué dinero se financian las pandillas?

Cuando el jefe fascista, que estaba de pie debido a la guerra y al terror estatal fascista, partió hacia Ucrania, las fuerzas del régimen sirio apoyadas por Rusia atacaron los puestos del ejército turco y mataron a muchos soldados.

Durante la reunión en Sochi en 2017, se decidió establecer zonas de desescalada en cuatro ubicaciones: Hama, Daraa, Guta Oriental e Idlib. Con el apoyo efectivo de Rusia, el régimen sirio se hizo cargo de las tres primeras regiones, después de lo cual le llegó el turno a Idlib. Las pandillas fascistas político-islámicas en Hama, Guta y Daraa fueron enviadas a Idlib con sus armas bajo la protección de Turquía. Turquía se declaró el patrón de estas pandillas.

Turquía había presentado su participación en el proceso de Astana como un gran éxito, de hecho, su estrategia se había roto con la que quería construir su hegemonía en Siria a través de pandillas político-islámicas. Turquía buscó refugio en Rusia. El control del régimen sobre Idlib significó el colapso completo de la estrategia de Turquía en Siria. Por esta razón, el jefe fascista volvió a llamar a la puerta de Putin.

El ataque de Rusia a Idlib fue interrumpido a cambio de muchas concesiones económicas, políticas y militares. Sin embargo, para detener el ataque lo antes posible, el estado turco ha asumido compromisos poco realistas. Según el acuerdo, se debe establecer una zona desmilitarizada de 15-20 km de ancho entre las pandillas político-islámicas y las fuerzas del régimen sirio, y las pandillas deben retirar sus armas pesadas de estas regiones. Después de eso, las carreteras internacionales M4 y M5 deberían quedar bajo el control del régimen.

Turquía ha garantizado que las pandillas se irían con sus armas pesadas y que las rutas internacionales quedarían en manos del régimen. También tuvo alrededor de un mes para el primer paso y tres meses para el segundo paso.

No era posible que Turquía, como patrón de las pandillas, hiciera todo esto en tan poco tiempo, y Rusia también lo sabía. En ese momento, Turquía tenía la prioridad de Idlib bajo su control y quería ahorrar tiempo. Rusia, sin embargo, quería aprovechar la situación tanto como fuera posible. Putin le dio al jefe fascista el tiempo que quería a cambio de beneficios económicos, políticos y militares.

Turquía ha creado doce puestos de observación militar en Idlib con el pretexto de garantizar un alto el fuego. El verdadero objetivo de Turquía no era el alto el fuego, sino la protección de las pandillas político-islámicas. Idlib debería ser la "zona segura" para las pandillas político-islámicas. De esta manera, el jefe fascista quería volver las pandillas que había hecho dependente de sí mismo en mercenarios. Al involucrar a las pandillas en Idlib y otras regiones en el proceso político, quería que establecieran una hegemonía colonial sobre el futuro de Siria. Con las pandillas que entrenó allí, quería destruir la autonomía siria del noreste y destruir la revolución de Rojava. Tan pronto como las condiciones estuvieron maduras, quiso anexarse un territorio controlado por las pandillas de las cuales Erdogan es el líder.

Como resultado del acuerdo de Sochi, una de las principales tareas del estado turco fue distinguir entre "oposición moderada" y "radical". La más poderosa de las pandillas "radicales" fue la sucesora del derivado de Al Qaeda, la sucesora de Al Nusra, Hayat Tahrir al-Sham (HTS). El estado turco forzó a sus fuerzas armadas a ingresar al HTS en lugar de aislarlas como se acordó. Esto le dio a HTS el 90% del control de Idlib. De hecho, este paso puso fin al acuerdo de Sochi. Después de la transferencia de Idlib al HTS bajo la protección del estado turco, la zona libre de batalla, la retirada de armas pesadas y la "separación entre moderada y radical" convertirse en historia.

Rusia no tenía prisa porque pudo hacer muchas concesiones del jefe fascista y sus pandillas.

Finalmente, el Acuerdo de Sochi tuvo que ser implementado. De vez en cuando, Rusia atacó a Idlib con el régimen sirio, y después de cada ataque, el jefe fascista o sus ministros se apresuraron a Rusia, y cada vez se hicieron acuerdos de armisticio a cambio de una serie de concesiones. Idlib fue un gran cebo para Rusia. Atacó y acordó un alto el fuego para las concesiones, atacó nuevamente e hizo nuevas concesiones.

Pero Turquía es un país de la OTAN y sus concesiones tenían límites. Los Estados Unidos comenzaron a "sancionar" al jefe fascista y su gobierno para evitar el acercamiento con Rusia. Para detener estas sanciones, que podrían aplicarse en cualquier momento, el jefe fascista tuvo que cumplir con la voluntad de los Estados Unidos.

La estrategia de beneficiarse de la competencia entre las dos poderes imperialistas ha llevado al chantaje de ambas partes. Esto era inevitable porque una política invasiva y expansionista puede continuar con el poder militar, especialmente económico. Si emulas los sueños imperialistas como una colonia económico-financiera, se desvanecen rápidamente.

Esto es exactamente lo que está sucediendo en Idlib.

El jefe fascista trató de usar las pandillas político-islámicas que trajo en Siria en Libia mientras las usaba contra la revolución de Rojava. Podía enviarlas a los Balcanes y al Cáucaso mañana. Eso significa cruzar la frontera.

El jefe fascista, cuyas cartas de triunfo se agotaron ante un nuevo ataque ruso a Idlib, dijo que el proceso de Astana ha terminado y que no reconoce la anexión de Crimea por parte de Rusia. Mientras todavía estaba en movimiento, muchos de sus soldados ocupantes fueron asesinados por el ataque del régimen. El jefe fascista explicó que la reacción necesaria había tenido lugar con la ayuda de aviones de combate y que el "ministro de ataque" Akar neutralizó a docenas de soldados del régimen siria. Sin embargo, Rusia ha declarado que ningún avión extranjero ha violado el espacio aéreo sirio.

Es natural que Rusia haga tal comunicado, ya que el espacio aéreo Idlib está bajo control ruso. Los aviadores turcos no pueden atacar en esta área sin el conocimiento de Rusia.

Bajo el mando del jefe fascista, Afrin, Jerablus y Serêkanîye fueron ocupados con el consentimiento de Rusia. Con el espacio aéreo cerrado, no podría haber dejado volar a un pájaro solo. La aprobación de Rusia de un ataque aéreo contra las fuerzas del régimen en Idlib es impensable. Sin embargo, Turquía no tiene más remedio que mentir por no asumir la responsabilidad de los soldados muertos y para proteger a las pandillas fascistas político-islámicas en otro país.

Sin embargo, no se puede suponer que el jefe fascista simplemente aceptará esta situación y la conquista de Idlib por parte del régimen. Porque si se acepta esta condición, será el turno de las otras áreas bajo la ocupación de Turquía. Esto significaría no solo el fin de las aspiraciones expansionistas de Turquía, sino también las pandillas fascistas y el jefe fascista. El jefe fascista y sus pandillas también son conscientes de esto para que puedan emprender y probar todo tipo de aventuras.

Por supuesto, tienen que acercarse a los Estados Unidos y aflojar sus lazos con Rusia. De hecho, los Estados Unidos han declarado que apoyan la presencia de Turquía en Idlib y "su defensa contra los ataques del régimen". Si se eliminan las pandillas político-islámicas de Siria, la política siria de los Estados Unidos también colapsará. La participación de las pandillas político-islámicas en el proceso político depende de la fuerza del régimen sirio. Por lo tanto, los Estados Unidos actualmente apoyan la hegemonía de las pandillas en Idlib y sin Turquía esto no es posible.

Ahora es el momento de desvelar la guerra, la ocupación y las políticas expansionistas del estado y ser responsables. Este es un buen momento para romper el chovinismo propagado por la guerra invasiva de expansión. Si la lucha contra el expansionista, la guerra injusta se combina con la lucha contra el chovinismo, las posibilidades se multiplican para dessarollar la conciencia de la clase obrera y lxs trabajadores y polarizarlxs contra el jefe fascista y sus pandillas.