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Manos fuera de Venezuela – El imperialismo yanqui construye razones para la invasión militar

MLPD, 25 de febrero de 2019

 

Para justificar la invasión de Irak en abril de 2003, los imperialistas estadounidenses engañaron a la ONU y a la opinión pública mundial con imágenes falsas de las supuestas fábricas de armas químicas del dictador iraquí Sadam Husein. Actualmente, desde el 22 de febrero de 2019, una provocación a gran escala ha tenido lugar en las fronteras de Venezuela para proporcionar al reaccionario presidente estadounidense Donald Trump las "razones" para una invasión de Venezuela.

No cabe duda de que el autoproclamado "presidente interino" Juan Guaidó del partido burgués de oposición Voluntad Popular sea un títere del imperialismo norteamericano. En una entrevista con ARD, él mismo admitió que su autodesignación había sido acordada con el gobierno de EE.UU., que lo reconoció como presidente ya unos minutos después.

 

Escalada en las fronteras

Junto con un multimillonario británico, Guaidó organizó un gran concierto de solidaridad para Venezuela con grandes estrellas del pop al otro lado de la frontera, en territorio colombiano. Allí movilizó a miles de sus seguidores para imponer junto con ellos el paso de frontera de un "convoy de bienes de socorro". El sábado escaló el conflicto. Casi 300 manifestantes resultaron heridos en la frontera con Colombia.

Justamente el imperialismo estadounidense quiere "apoyar la democracia"

Mientras tanto, el secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo anunció "medidas" de Washington para "apoyar la democracia en Venezuela". Ahora había llegado el "momento de actuar" para ayudar al "desesperado pueblo venezolano", escribió Pompeo en Twitter el sábado. "Estados Unidos tomará medidas contra quienes se opongan a la restauración pacífica de la democracia en Venezuela … Nos solidarizamos con quienes continúan su lucha por la libertad." El hecho de que justamente el imperialismo estadounidense, que controló su "patio trasero" de América Latina durante décadas con dictaduras fascistas, quiera traer "libertad y democracia" a Venezuela, parece el colmo del cinismo y de la mendacidad.

 

Todos se disputan las posibilidades de acceso

Ni Maduro ni Guaidó tienen en mente el bienestar de las masas. El gobierno de Maduro está aliado con los Estados neoimperialistas de Rusia y China y ya depende profundamente de los préstamos y, desde un punto de vista ecológico, de proyectos petroleros catastróficos como el en Orinoco. Venezuela se convierte en un foco muy peligroso de las crecientes contradicciones interimperialistas. Al igual que en Siria o Ucrania, surge aquí el peligro real de una guerra mundial. Todos ellos están luchando por las posibilidades de acceso al país con las mayores reservas de petróleo del mundo. Sobre todo se quiere hacer retroceder la crecida influencia de los países neoimperialistas como Rusia y China, pero también cada vez más de India y Turquía en el llamado "patio trasero de los EE.UU.".

China ha concedido a Venezuela préstamos por un valor de 50 mil millones de dólares en la última década. Junto con sus consorcios de energía como Rosneft, Rusia ha bombeado más de 17 mil millones de dólares a Venezuela en los últimos doce años. Esto no tiene nada que ver con la "ayuda desinteresada", sino que pretende hacer a Venezuela aún más dependiente de Rusia y China para beneficiarse particularmente de la riqueza petrolera, del país. Las compañías rusas de petróleo y gas están involucradas en el desarrollo del crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco y planifican la producción de gas natural offshore en el campo de Mariscal Sucre.

 

¿Es la crítica al gobierno de Maduro un "pase a los EE.UU."?

Durante semanas hay grandes protestas y manifestaciones de masas en Venezuela con cerca de cien mil participantes. En contra, pero también con varias decenas de miles de personas a favor del gobierno de Maduro; en parte son también funcionarios y empleados del gobierno. Desde hace meses, las fuerzas burguesas y de ultraderecha atizan sistemáticamente un estado de ánimo acalorado, utilizando la justificada indignación de la población venezolana ante las catastróficas condiciones sociales. En las protestas contra Maduro participan también fuerzas fascistoides hasta fascistas. Esto provoca una fuerte polarización social entre los opositores de Maduro y las partes de las masas que defienden al gobierno, también debido a sus pretensiones socialistas.

Entre las masas y también entre una parte de los revolucionarios latinoamericanos, el camino completamente fracasado de una "transformación pacífica" de los países neocolonialmente oprimidos en Estados soberanos, independientes del imperialismo, aún no ha sido procesado. Su corazón todavía late en parte por las pretensiones socialistas, y algunos consideran la crítica a Maduro como un "pase al imperialismo estadounidense". Eso no es cierto. Sin las conclusiones correctas, el pueblo venezolano no puede liberarse.

El difunto presidente venezolano Hugo Chávez ya había emprendido un programa antiimperialista burgués bajo el lema "Socialismo del siglo XXI". Esto no cambia en nada la dependencia fundamental del mercado mundial capitalista y de todo su carácter de crisis. Así que nada esencial cambió en la explotación y opresión de los trabajadores en las fábricas. Más bien, llevó a Venezuela a una nueva dependencia neocolonial, sobre todo de China y Rusia. Mientras que el programa de reformas de Chávez trajo inicialmente una serie de mejoras sociales a las masas, Venezuela se ha sumido en una profunda crisis económica y política en los últimos años. Millones de jóvenes venezolanos –principalmente de la población pobre– abandonan el país. Se carece de lo más necesario. Y esto en un país que es extremadamente rico en materias primas. Esto no tiene nada que ver con los ideales socialistas.

 

Hay que impedir una guerra en Venezuela

Las miseria social en Venezuela es una consecuencia de las políticas del gobierno de Maduro, pero también fue provocada decisivamente por el boicot y el bloqueo del imperialismo estadounidense. Éste último utiliza también para este fin el "Grupo de Lima" que fue fundado el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana, Lima, "a causa de la crisis de Venezuela", y que está dependiente de él. Los miembros fundadores son Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Posteriormente se incorporaron los países Guyana y Santa Lucía. Así que el imperialismo estadounidense organiza para si mismo las razones para intervenir luego "por razones humanitarias". El MLPD condena todos los intentos de socavar la soberanía nacional de Venezuela. Cualquier invasión de Venezuela por tropas extranjeras sería un acto criminal y viola el derecho internacional. ¡Una guerra en Venezuela debe ser impedida por la protesta mundial de las masas!

 

El pueblo venezolano necesita una perspectiva revolucionaria

La perspectiva del pueblo venezolano no puede residir en la dependencia de uno u otro grupo de imperialistas. La organización Plataforma Socialista Golpe de Timón de la ICOR escribió el 6 de febrero:

"En última instancia, solo la unidad y valentía del pueblo venezolano ... con profundas raíces históricas antiimperialistas, será la garantía de propinarle la derrota al imperialismo una vez más. Para reconstituir la moral popular, las organizaciones políticas revolucionarias tenemos el reto de avanzar a construir un programa que permita unificar las luchas del pueblo, encausar nuestras energías hacia la conquista de la dirección política y así lograr que la Revolución Bolivariana retome su camino revolucionario hacia el horizonte socialista."

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