Por un nuevo paradigma de desarrollo

Hoy los economistas del imperialismo defienden la idea sobre el desarrollo que se basa en la economía orientada hacia la oferta o en la teoría "trickle down". La idea es, que si se dan cada vez más concesiones a los grandes consorcios y se les permite obtener enormes ganancias, entonces la sociedad entera saca provecho de los efectos "trickle-down". Se considera que el desarrollo mismo es idéntico con la acumulación de los consorcios.

Esta teoría fue puesta en práctica en gran escala bajo los "Reaganómicos"¹ y el "Thatcherismo"². Ha demostrado ser falsa. Incluso los economistas del "main stream" como J. K. Galbraith y Krugman plantearon fuertes críticas a esta teoría. Aunque no está claramente en el interés de los obreros y otras masas trabajadoras, sí, está claramente en el interés de mantener el sistema imperialista. Por ello la mayoría de las grandes economías del mundo la persigue aún como parte del paradigma existente del desarrollo.

En la mayoría de estas economías los grandes consorcios obtienen regalos en forma de desgravaciones fiscales y reestructuraciones de los impuestos como el GST (Goods and Services Tax)³, para beneficiar a los grandes consorcios. Pero esta economía orientada hacia la oferta no sólo se pone en práctica en reglamentos sobre los impuestos. Se emplean otras medidas. En la mayoría de los países se recortan las leyes laborales para eliminar lo que siquiera existe actualmente en cuanto a la pobre protección para los obreros, y posibilitar la desenfrenada explotación de los obreros. Se explota a los agricultores haciendo otros regalos más a la industria en todo el mundo. Se modifican las leyes en todo el mundo de tal manera que permitan la libre explotación del medio ambiente, así que los grandes consorcios no sólo puedan explotar los recursos humanos sino también los recursos de la naturaleza, donde muchos no son sustituibles.

En este contexto sostenemos que el paradigma de desarrollo basado en la política neoliberal y de la economía orientada hacia la oferta es un paradigma falso. No conduce a un verdadero desarrollo sino sólo a conceder a los grandes consorcios imperialistas un temporal respiro. Sólo conduce a que los ricos se vuelven más ricos y los pobres serán sumergidos aún más en la pobreza. Hoy la desigualdad en el mundo ha alcanzado su punto más alto. El número de los multimillonarios ha subido a un nivel sin par, incluso cuando la economía se encuentra en crisis. Esto sólo agravará la crisis del capitalismo.

Un verdadero desarrollo debe ser el desarrollo de todos los seres humanos, incluyendo los obreros y las masas trabajadoras. Tiene que significar una educación mejor, una mejor asistencia médica, una mejor calidad de vida para todos. Lo más importante es que no debe explotar el medio ambiente y tiene que ser sostenible. Por ello convocamos a todos los obreros y masas trabajadoras a que rechacen este falso paradigma de desarrollo que se basa a darle a los consorcios concesiones, y que luchen por un desarrollo genuino que se basa en disminuir la desigualdad en la sociedad y conseguir para todos una mejor calidad de vida.