Resolución acerca de Palestina
En 1917 Lenin consideró la Declaración Balfour como un plan del imperialismo internacional de establecer en Palestina una estructura colonial sionista con el fin de dominar la zona geográfica de importancia estratégica, zona que en aquel entonces ya estaba conocida por sus ricos yacimientos de materias primas. Esta opinión de Lenin se convirtió en realidad a partir de 1949.
Desde entonces el pueblo palestino ha vivido bajo el yugo del colonialismo, explotado, matado de hambre, despojado de sus tierras y espacios de vida, masacrado y obligado con violencia a abandonar Palestina. Los sionistas cometieron atrocidades bárbaras y genocidio, lo que produjo miles de mártires y se ha grabado en la conciencia colectiva; de ello forman parte las masacres de Kafr Qasim, Deir Yassin, Sabra y Chatila, Yenín, etc.
Aún peor fue que el imperialismo y su instrumento sionista, en colaboración con sus vasallos, la reacción árabe, multiplicaron sus maquinaciones para liquidar la causa palestina. Se pueden mencionar como ejemplos los acuerdos de Camp David, Madrid, Oslo, Sharm el-Sheikh, etc.
A pesar de todos estos crímenes y maquinaciones, el pueblo árabe-palestino y sus fuerzas y luchadores revolucionarios opusieron y siguen oponiendo resistencia intrépida al colonialismo y sus lacayos reaccionarios.
La causa palestina sigue siendo una cuestión central para el movimiento de liberación nacional árabe, y una parte inseparable del movimiento revolucionario internacional antiimperialista, antisionista.
La 2a Conferencia Mundial de la ICOR
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expresa su solidaridad y su apoyo a las luchas del pueblo árabe-palestino y sus fuerzas revolucionarias,
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condena el sionismo y los compradores pro-imperialistas, así como sus crímenes contra el pueblo palestino,
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llama a rechazar toda forma de normalizar la estructura sionista.